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Mostrando entradas de 2009

No había ningún radiador en la casa

Recibió un sobre con las llaves de la casa, acababa de entrar el invierno y había nevado. Decidió prescindir de equipaje e inaugurar su nuevo hogar. Cuando llegó, observó estremecida que no había ningún radiador en la casa. Fue al coche y trajo una manta de viaje. Sobre el colchón frío de la habitación glaciar le pesaba su decisión impulsiva. En su afán por vencer a las bajas temperaturas se puso las manoplas de calcetines y éstos de guantes con el fin de favorecer la circulación de la sangre. No dio resultado. Abandonó la habitación iglú y se fue al salón nevera. Miraba la chimenea vacía, sin troncos, sin fuego. Cual indio arapahoe, decidió ponerse a saltar en círculo en torno a la mesa desnuda; sin flores, sin cena. El movimiento le hacía sentir mejor; empezó a cantar a Wakan Tanka y recordó el baile al sol. Las vibraciones corporales le devolvieron el contacto con la madre Tierra, que aunque nevada, algo de calor transmitía. ¿O tal vez la flama procedía de su propia energía y su des

Hace falta estar ciego

Homenaje a Rafael Alberti y a los políticos que cobran por gobernar al mundo. El horizonte se cierra para los ojos que no quieren ver hace falta estar ciego. Si otros ojos te descorren el velo que te oculta y tus párpados se cierran hace falta estar ciego. Si tu orgullo bloquea tus oídos si tu olfato ya no es tu timón hace falta estar ciego. Si la luz del camino viene y te envuelve y no quieres percibir las sombras hace falta estar ciego. Nada es perenne y quizá sea la oscuridad quien devuelva luz a la luz, vida a la vida.

El espejo mordido

De tanto mirarme en los escaparates y no encontrarme decidí no volver a ir de compras. Un pequeño e incesante susurro me perseguía: Escapa y rápate, aquí la ropa es menguante. Por las noches peinaba mi pelo abatido y volvía a escuchar aquella voz; me miraba en el espejo del baño y no me reconocía. Anduve por las calles con el paso largo y de frente, debo confesar que evitaba todo tipo de reflejos espantada. Me pedían fotos y enviaba cualquier recortable que adjuntar. Antes de acostarme me echaba crema y al no reconocerme las muecas huía hacia la almohada y me enterraba en el edredón. Una mañana encontré la máscara; el rodillo del polvo compacto, el collar de perlas, la camisa blanca y el polo azul marino. Recogí con guantes de látex todos aquellos artificios; las planchas del pelo, las mascarillas y las cremas de noche. En una gran bolsa de basura, metí todos los contratos con empresas anteriores, descuarticé el dni y me reservé un pasaporte a punto de caducar. Antes de cerrar la puert

Las cenizas de Max, mi abuela

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Por las noches mirábamos el fuego, mi abuela y yo. Nos fascinaba la danza de las llamas. Para mí el mayor regalo era bucear en la chimenea oscura, y alcanzar el brillo de las estrellas en lo alto, que sin duda, me miraban a mí, dispuestas a proteger nuestros sueños para el futuro. Mi abuela no me dejaba acercarme tanto al fuego como yo quisiera, obstinada en alcanzar la complicidad con las estrellas. Así que después de horas de dar la espalda a la televisión y seguir el vals de los sarmientos crepitantes, pesarosa me iba a dormir, no sin que antes me hiciera una trenza y jugásemos al calor entre las mantas, junto con mi hermano; todos en la misma cama grande de sábanas húmedas bajo una noche estrellada, sin nubes y con los silbidos del viento que azotaban a las persianas. A la mañana siguiente, limpiábamos juntos la chimenea y echábamos las cenizas en un cubo de zinc, entre mi hermano y yo sacábamos el cubo al porche para que mientras desayunábamos se fueran enfriando las ascuas de

Un lugar para esta historia, la historia de ciertos lugares

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Miró de nuevo todo el jardín de plástico heredado de su madre. Flores rojas, hojas verdes ...todo un sarpullido de polvo e ilusión de vida. Los geranios, claveles, gladiolos y siemprevivas recorrían los pasillos de la casa, las estanterías del baño, la cisterna, el fregadero de la cocina, los poyetes de las ventanas... Aquella alfombra de colores desgastados crecía con el paso de los días, ya no se podían ver los libros con tanta enredadera, eso sí, ahora se podía caminar descalzo gracias al cesped artificial. Volvió a mirar y pensó en la utilidad de aquella floresta inerte, estornudó. Era un regalo. Un guiño cuidado de su madre hacia él. El legado debería expandirse más allá del descansillo del portal. Le gustaría recuperar la vida de las pilistras de plástico.Toda esta floristería propia de los años 80 debería tener un sentido funcional 20 años más tarde. Lo tenían difícil competir con las flores luminosas e higiénicas de los salvapantallas del siglo XXI. Abrió un libro y encontró lo

velocidad

velocidad Bajar desbocados 6 en un seisceintos por la A3 a 100. Bajar en bici por la cuesta de Puerta de Toledo sin frenar Abrir la boca y tragar el aire de la ventanilla por la noche. Soltar los brazos yendo en moto y gritar: sin agarrar!!! velocidad Inaugurar diciembre y ver... que te estás yendo.

Entre las cuerdas

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Tiempo de arena y mariposas contrario a los relojes de cuerda cuerdas de reloj. Reloj de agujas, me tensas. Mariposas y arena soy. Ojos de Buñuel y Dalí caen como lluvia por mi ventana. Tiempos noctámbulos me tiran de las alas. La máquina de escribir de Burroughs me atrapa en la mañana. Mariposa entre cuerdas soy. Caigo culpable sobre el ascensor de entrada. Y así, el metrónomo de la vida continua.

El criptograma

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Siempre tan especial, tan única, tan imposible de entender. En el fondo sé que a quién deseas es a mí, pero finjo no enterarme. Eres una chiquilla que juega a ser mujer fatal, y sin embargo, eres el criptograma que me ayuda a descifrar mis propias dudas, mis incertidumbres, mis placeres, mis ansias de amar amando. Me calmas y me desatas y en el vacío de tus ausencias no me encuentro ni conmigo mismo. En el viaje entre sábanas imposibles nos vamos a Egipto donde eres mi Cleopatra complaciente y castigadora, y yo soy Marco Antonio a ratos, otras veces el investigador con gafitas del laberinto de la rosa, que lee atento en tu piel los misterios milenarios del roce y el desencuentro. Fragmento del texto: Cerezas y un borracho. Colaboración con el artista plástico Angel Yagüe para su proyecto placeres. http://proyecto-placeres.blogspot.com/

El paraíso

El paraíso, también, se re-construye.

El minué de las hojas

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Timbre de serpiente es tu nombre, noviembre. Mes de besos a la tierra recorren tu espina dorsal. Trazos de movimiento y risa son partitura visual, cuando me centro, quieta. Hojas apegadas en ramas desafían al viento. Mueren en beso caído de envés y ladera. Vuela la hojarasca respirando el último sol de invierno. Fiesta del escorpión y la serpiente, que... en círculo, noviembre, rastrean los árboles caducos. Noviembre de hojas en Minué cuidas mi sed de calma. Hojas en Monfragüe . Imagen cedida por Gema de la Fuente

Poleo

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Giro la cucharilla, y todo es poleo. Poleo, morfeo, azahar, manzanilla... Lozanos los campos y la fuente primera. Endrinas de árbol y caballos de dibujo. Bajadas corriendo por los campos de poleo. Lomas de hierba morada, crepúsculo de poleo. Retiro la bolsita de poleo urbano. Giro el corazón y bebo del caño de la fuente primera. Poleo, morfeo, azahar, manzanilla... Para ver campo y poner música a esta entrada copia este link http://www.youtube.com/watch?v=bOKT1u2RyRI Espero que la razón por la que este video no está activado para inserciones tenga que ver con la intención de los artistas, y no sea por algún tipo de censura. Copia, pega y disfruta del flamenkito fresco de bebe y los Delinqüentes ;-D

Ganarse la vida siendo artista

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La vida se gana cuando se nace y de la emoción lloramos. Entonces sería más apropiado decir: vivo la vida y soy en el arte................................. o soy artista en esta vida ........................................o exploro el arte y vivo en la tierra viva ..................o que la vida gane artistas .................................... o ganar arte gracias a nuestra forma de vivir. El éxito del arte en nuestras vidas. Tengo ganas de mi dosis de arte. Ya nos toca. Sed de artistas. Hagamos una parada diaria para el arte. ¿Por qué ganarse la vida, si ya nos la han regalado? ¿Cómo vivimos la vida que ganamos? ¿y las que perdemos? Si has llegado hasta aquí es porque vives en la cuerda incierta, no temas, somos más de los que crees, aunque no sepamos que hay al final del horizonte, nuestro siguiente paso es A-POS-TAR!!

Próxima estación: El Otoño en Rivas

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Por la Avenida de los Almendros han pasado cientos de hojas..., muchos, hemos pasado cientos de veces. Recuerdo cuando todo aquello era un gran secarral cercano a la batalla del Jarama; muchos vecinos encontrábamos socavones, trincheras, metralla, conejos... Rodaban los espinos resecos como en el Oeste, la Veloz tardaba más de media hora en llegar y había que cambiar de autobús en Covibar (COoperativa de VIviendas BARatas). Muy cerca de donde no había nada, ahora yace un mantón de hojas de otoño: en el subsuelo la tierra ya es firme y está bien nutrida. Después de más de 20 años, el carril bici ya está más avanzado. La fantasía y el empeño por crear un Urbangarten en la periferia de Madrid es una realidad. Decía Curro en sus inicios: todos los caminos me llevan a Rivas. Fernando Galán, Fer para los amigos, nos regala este recorrido por la Avenida de los Almendros, eje que comunica: estar arriba, con estar abajo, estar a la derecha o a la izquierda. Un hermoso camino, donde conviven co

El tobogán de Urban- Garten

Con una magdalena y un té caliente llueve mejor. A veces, remonto las rutinas urbanas y salto de los tiestos al campo. Sin embargo, me han crecido los relojes y las botas de agua se inundan en la ciudad. El campo, el garten, el jarrón y el balcón se me escurren en este destiempo.Destemplada me deslizo desde lo alto de mi jardín hasta los barros urbanos. Tobogán de Urban-Garten. A temporal pasado, reposaré las hojas ocres del Retiro, salpicaré a los patos y... bailaré los vientos. Al rato contemplaré las nubes, y en la cima, hablaré con las estrellas; les diré que concedan salarios dignos para todos. Hasta entonces con el tiempo bordaré una gran bufanda urbana embarrada en un gran charco. My own comment: Pon una flor en tu vida. (Ikea, no thanks). Llenemos de flores, gotas de lluvia y colores a urbangarten en otoño: para eso agradecería tu colaboración ciberlector. Si te apetece enviar una foto, envíamela al mail que aparece en mi perfil ;-D Bom dia!! (Todas las imágenes del campo del

No me llamen a filas

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Camina la rosa hacia el ramo pierde raíces, escaramujos mantiene el tallo. Entre pétalos la diluyen, funde su aroma, resiste el paso. Cuando llega al jarro, tropieza entre las manos. Incómoda el agua fría, intratables vecinas en algarabía. Recuerda tibia, la naturaleza de rocío. Al alba, muerde sus pétalos flagela al tallo. Al despertar no se levanta se inclina hacia la tierra para ser pasto de llamas. No me llamen ramo. No me decidan. Soy rosa, déjenme tranquila, regreso al principio, ¿pudiera ser que fuera...? Escrito germinado a partir de la imagen "El principio de la Rosa" de Juanma Vidal. Bienvenidos al rincón de las rosas en Urbangarten. Recomendaciones para el Otoño 2009: El Otoño de las Rosas de Francisco Brines. El Otoño en Mendoza, de nuestra querida Mercedes Sosa. El Principito, y Juan Salvador Gaviota siempre hay un buen motivo para releer estas obras maestras. Para escuchar El Otoño en Mendonza, copia este link ;-D http://www.youtube.com/watch?v

Movimiento de tierras

Una vez que se ha recogido el vino; la parra queda desnuda, los sarmientos caen sobre la tierra. Una vez la uva fermenta es necesario arar la tierra. Una vez fui uva y me exprimieron con los pies, todos deberíamos recordar que el pecado procede de esta extremidad. DerrAmando el jugo vital solo quedan los sarmientos y las parras desnudas, casi se diría saco de huesos. Es el momento, que por una vez, parras y sarmientos vuelvan a la tierra, que el agua de lluvia caiga en otoño y amase nuevos frutos. Rastrojos del tiempo, desnutridos de realidad, ahora decido. En estos marrones y pajizos días, que no terminan por llegar, hay que preparar la tierra. No para la siembra sino, para el descanso de la luz de estío. Prepararnos para la llegada del fuego, calentar el invierno. El orden de los días y las noches acabó con las fiestas callejeras. Prepararse no para la tristeza sino, para sembrar nuevas flores y socavar cada uno sus rastrojos del tiempo. Fuego.

Bausch

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Si soy Nelken , urban garten Rot es por ella. I.- Nelken, Madrid 1999. Claveles rojos abarrotan el escenario del Teatro Real, unos perros custodian el orden. Una mujer estilizada, con zapatos de aguja y acordeón, rompe con lo establecido. Oigo portazos de algún invitado que se indigna, ve insultos donde sólo hay expresión, arte. Sólo soy zapato, clavel, aullido. Tan zapato, tan clavel, tan sola, tan solo. II.- Café Muller (1972) - RESAD 1998 - Sus manos ternura, sus caídas desgarro. Mis lágrimas, olas de agua salada. Soy el espectador de Hable con ella; me desbordo. Es la fuerza; levantarse de nuevo aún sabiendo de la caída. Constancia perfecta, coreografía en bucle que nos concede la cima. Café Müller de sillas ausentes, paredes frías y puerta giratoria. Expectadora soy. De salitre y piedra actora. SOY. Se te caen los brazos, no soportas la ausencia, niegas la indolencia, te levantas, liebe Pina . III.- Flashback . Creta 2009 - Wuppertal 2001. Miro el mar entre curvas, seguimos b

The end of a bad nightmare

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La aguja atravesó el miedo, resurgió brillante. Venus observa mis puntadas, mientras, acicala las piedras al borde del agua. Firme olvido los ecos de urgencia, ahora juego con el ovillo de lo importante. Los estanques se hicieron ríos contemplo el azul intenso curva combada que diluye el horizonte. Aquí el mar, la orilla, las gotas de sal cubren mis manos mordidas. Hoy en la línea escurridiza donde las olas amasan la arena he encontrado la hebra de azul profundo, el camino ya, es puro bálsamo. Me pongo en pie, miro, camino. Sé que bailaré y la Bausch se vendrá conmigo. El ojo de la ostra brilla en la distancia y dentro de mí.

En la coqueta

A mí siempre me ha gustado la ropa por el suelo: paisajes alocados, sugerentes que aún hoy, me siguen encendiendo. Así cuando Miguel me convenció para subir a tomar una copa en su pisazo de Chamberí, me resistí algo, porque aunque a veces soltábamos las mismas frases, en otros momentos pensábamos radicalmente distinto. Eso fue lo que ocurrió, cuando descalza anduve por el pasillo de tarima para descubrir su estancia sepulcralmente definida. La luz de las farolas apenas entraba por el estor y se podía apreciar ese silencio propio del jardín japonés. Una vez que tomé la decisión de quitarme los zapatos, estaba dispuesta a desnudarle y lanzar su camisa, su cinturón, sus calcetines por los aires y, que el azar hiciera el resto. Ese orden cósmico que todo lo dispone en su justo lugar me volvía loca. Llegamos a un punto de fricción, o varios. Mientras jugaba con sus cordones, él rodaba por el suelo para colocar la camisa. Entonces, con un zapato en la mano me alcé como una diosa cabalgand

En el fondo del mar de la ciudad

En el fondo del mar de la ciudad están brillantes y sin embargo, pasan inadvertidos. Los transeúntes no los echan de menos, éstos oscilan con sus piernitas veloces y miran las agujas del reloj. Es probable que los niños no reparen en ellos, ni entiendan su utilidad. Podría ser ... ¿un cubo exclusivo para envases laminados de jamón? Tropiezo con una cabina y desprecio su incursión en la acera. ¿Qué utilidad tienen con tanto móvil urbano? Miro mis pies y vuelvo a darme cuenta de que me he olvidado, ¿cómo era el fondo del mar de mi ciudad? ¿Qué recuerdo de aquellas esponjas amarillas que tragaban deseos, facturas y contratos de la luz? Mi cabeza intenta reorientarse , ¿Dónde estaban? ¿Alguna vez los vi? Con el sobre en la mano paseo sin rumbo, me encuentro con cientos de cubiletes amarillos. Me digo: son meros contenedores de envases ¿Dónde estarán los buzones de correos con su nariz amarilla dispuesta a absorber todo papel que se acerque? Recupero fotografías de mi pasado. Sí, aquí e

Singlenton, singleton

Singleton, singleton recoge las migas de pan Singleton paga las facturas del agua y el gas Singleton, singleton Se pinta las uñas y se disfraza en carnaval Singleton, trabaja desde la mañana hasta el gran final Sin Tira la basura y felicita el cumpleaños a su mamá Sin Gestiona sus vacaciones y cocina en casa, la verdad. Sin A veces bebe redbull sugarfree vigila la dieta y controla las canas Sin practica spinning y saca al perro Sin paga ADSL familiar, aunque nadie le ayude Sin A veces, se siente indolente al caminar Se siente SIN SIN FUERZAS SIN ÁNIMOS SIN PODER PARAR Gle Gle,gleglegleglegle Bebe burbujas de hipoteca Bebe champán en copas de plástico Se quita los zapatos de aguja y.... glegleglegleglegleglegle iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiuuuuuuuuuuuuuuuuuuppie, gle! ton Tonta,tontatonta, otra vez su chico no es su chico sino de su mujer mientras sweet singleton espera ... otro domingo sola viendo movies y el youtube Tonta, tontatonta, Llama a su hermana y le hace un cangurito rico en el f

Paz. Ciencia

¿Armarse de paciencia? Mejor amarse con paciencia. Quiero luego existo, me quieren luego insistoo. John Lennon y Victor Jara. El derecho de vivir en paz http://www.youtube.com/watch?v=kjGoXwyEaAs

Tiro

Madejas me cuelgan de la cabeza a los pies. ¿dónde se quedó el cabo de todos los ovillos? Tiro del hilo se enreda, me agota. Muero por ser cometa, no hilo. Halley, la hija del deseo quiere recuperar su estela de luz, una trayectoria. Marioneta de spaguetti de lana atorada, en cola para pista de despegue, des-espero tropezada. Alas encerradas en armarios del IKEA esclava de Objetos obsoletos. Arruinan tu paso al frente. Lanza fuerte, Lanza lejos, mensajes en botellas oscilan en la orilla: Allá donde no habite el amor, pasa de largo, baby . Me quedo con la paz, la quietud de un instante. Escupo circunstancias, no son mías. Desenhebro letanías impropias de una mariposa en vuelo, gusana tejedora de sueños. Que se acallen las alarmas, que no hay fuego en las hogueras. Tiro de un hilo, impropio del jazmín, abandono la que fue mi guarida. Languidecen en mi alma las circunstancias de otros. Soy Paz , ¿qué pinto entre guerras ajenas? Mariposa empoderada rompe el umbilical cordón que te separa

Tirar

Tirar los muebles, tirar pa ´ lante , ir de tirado, tirar papeles, tirar de no se sabe qué carro, no saber por dónde tirar. Tirarse por la ventana, (engancharse entre las cuerdas de la ropa, dejar el tobillo tirado, digo enganchado). Tirar el dinero, tirantes, tiritas, tiranteces, tirar confeti , tirar monedas, ( o mejor, tirar billetes por los aires ), subirse a un globo, tirar lastre, tirar el tiempo, tirar de la vida, tirar para abajo, tirar los trastos, tirar a dar, tirar por lo bajo, tirar tiros, (qué horror de tarados ) . Tirar cohetes, tirar la basura, tirar a los otros, este chico me tira, tirar para atrás, tira a mamá del tren, tírate un pedo, tirita de risa, tira los zapatos rotos que tanto te gustan. Tirar las cartas de amor de hace 20 años, ( o inventar una historia con los renglones bonitos, volar los sobres en las ramas de un árbol) , tirar tizas desde el estrado, tirar agua por la ventana, tirar con la pelota, tirar besos al público, tirar besos a la tía y decir ad

La higuera

En urbangarten hay un patio con las puertas abiertas. En el centro, serena, la higuera. Su perfume me envuelve en nostalgias, futuros y momentos. Mis manos tocan su corteza tierna, recorren tronco, perfilan yemas. Mis pies descalzos en la tierra, afianzan mi camino, enraizo mis ideas. Su aroma bien dentro acompañará mis ausencias. Me encapricho con la vellosidad de sus hojas interior lechoso, elixir de Cleopatra. Su ancianidad y sombra ... caricias del tiempo. Devota de la higuera, me prosterno ante ti. En las tardes, en las noches de verano eres mi cobija de estrellas. Tan generosa. Árbol-mujer que recibe brevas e higos sombra y arraigo. Si fuera alcaldesa plantaría higueras en las plazas, en colegios, en los patios de las casas... Así, al llegar septiembre todo sería fácil.

Mi casa

Mi casa es un remanso donde me lleno de oro. Juana de Ibarbourou Reconocida poetisa uruguaya. Más info en: http://amediavoz.com/ibarbourou.htm

Las ojeras de Venus

Hace mucho tiempo, mucho antes del antes, Venus nos agasajaba los viernes con las ojeras del amor, y nos duraban todo el fin de semana. No se recuerda bien, puede ser que fuera cosa de hace 10 ó 20 años, no mucho más. Cuentan que Venus se enredó una noche con Marte y quedó prendada de la fogosidad del planeta guerrero . Confundida por el deseo, decidió deslumbrar a todos. Ya no era suficiente ser el primer lucero del firmamento, quería ser la más destacada dentro del orden de las estrellas, con el fin de que Marte se mantuviera siempre cerca tras su estela de luz. Por esa razón, cambió la chispa de la mirada de sus criaturas por unos párpados eternamente caídos. Desde entonces , yo no sé si pasa igual en otras ciudades del mundo, pero en el metro de Madrid en el traqueteo del ir y venir se ven cómo las bolsas y ojerizas de Venus pasean los viernes a las 18.00 h por los vagones, sin dejar asiento libre de derrota. Uno tras otro, los viajeros tristones presentan unas sombras de un co

El re-poso de la Amazonas

Reposar. Reposar contiene la caída ligera del gorrión sobre la rama. Determinar la voluntad de posarse. Elegir un lugar para aterrizar. Juego de distancias y tiempos de frenado. Es majestuoso sentir un parapente detrás de ti, ver la puesta de Sol en primera línea, sentir el aire. Atravesar el espacio en plena bajada. Viento. Susurros de ladera. Es una riqueza dominar el vuelo, ser gorrión, decidir volver a posarse, acariciar la tierra viniendo del cielo y ... respirar. Reposar lo vivido. Mirar la vida. Darnos tiempo, reposar horizontes. Abrir los ojos y plegar las alas. Hemos llegado. El destino soy yo misma aterriz-ada. El destino: la tierra de arcilla, roja, fértil, sin raíces previas; recién arada, limpia, virgen. Ama-zonas re-posada Amazona reencontrada. ( Poso en portugués puedo re-posar : empoderar-se ). Traducción libre. Dedicado a Laureano Casado , que hace mil años me enseñó a volar, y me susurraba bajando laderas. Un gran hombre que vive Al Filo de los imposible s.

A la sombra de un camión

De tanto buscar casa se refugió la gata a la sombra de un camión. No sabía si el camión se movería o no, pero descansaba por un rato. No quería saber nada de gatos, basuras, joyas o robos. Su casa era, por ese instante; reposo, sombra frente al calor, los tejados de zinc quedaban lejos. Por un momento, era la señora de su propia casa, la estabilidad que ofrece la sombra de un camión, sin pertenencias pero con quietud. There was a written note, fallen on the floor, just over the lorry shadow. The cat couldn´t read it, but it said: No furniture, no past. Nothing but the moment, just here & now. Dedicated to the last day of my beloved Pina Bausch

Sonrisa del corazón

A los vividores del presente, instantes de llamaradas y ascuas candentes rescoldos de Ninguna eternidad como la mía . A todos los/las valientes que saltan hogueras. La hoguera de San Juan, anoche, me desveló un secreto: Desde el otro lado del cielo te digo que la riqueza no se mide por el número de corazones atrapados, sino por la sonrisa de tu corazón abierto. El viento se llevó los miedos, los errores. El fuego nos purificó el alma. Oportunidades renovadas, sueños, metas, semillas. Nos quedamos con la voluntad, el hogar de la hoguera el querer querer. Pagana sonrisa pura, la de tu corazón abierto.

Carretera y manta

La persiana está a medio cerrar, La cama está a medio hacer, me tumbo y medio cierro los ojos. Veo a Thelma y Louis disparadas on the road, recuerdo que al volver a ver la peli hace poco me quedé medio ácida. No reconocí los aires de libertad y liberación de los 90. Ya no compartí la pulsión de escapada con ese acelerón. Observé con tristeza a estas dos mujeres liberadas en su gran vuelo; comprendí que la rebeldía que nos lleva a la muerte no es el mejor destino. He querido visualizar un orden de lo establecido que diera oportunidades para sembrar y no escapar. Inventar un desorden con lo no establecido para dar un lugar a los rebeldes un territorio que no fomente la autodestrucción como salida. Un urbangarten realizado. He medio abierto los ojos sobre mi cama medio revuelta. Abro On the Road de Jack Kerouac y leo: (medio enciendo la luz) . ..because the only people that interest me are the mad ones, the ones who are mad to live, mad to talk, desirous of everything at the same time,

Paz. Apacigua. Camina

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Apacigua. Apacigua a los coches. Ben-ditas las bicicletas que tranquilizan los tráficos. Ben-ditos los transeúntes que transitan por los pasos de cebra. Paz, camina. Apacigua a los coches que están en guerra contra el hombre, que los niños quieren parques y cruzar las calles. Paz, para las cuatro ruedas 4sx4s que derrapan la calma Abandona el diésel, que ronronea, hollina, sulfata, obstruye las vías respiratorias; de la ciudad, de las personas. Paz, camina. Pacifica a las partículas en suspensión. Silencia a los gasóleos que las bicicletas están entrando por Neptuno. La bicicleta esté contigo en el día a día, y no sólo los domingos. Paz, camina.

No había ningún reloj en la casa

No había ningún reloj en la casa. Él no era nada constante, pintaba media pared, hacía la comida y leía entremedias el periódico que andaba por el suelo. Su vida era bastante incómoda. Abrió la nevera y se le cayó un huevo, la yema naranja lejos de reconciliar su desorden habitual le trastocó un fusible. Se había haaartado de llegar tarde, de no encontrar nunca el ticket del parking, de no justificar siquiera sus múltiples pequeños desastres. Se haaartó de no ser, sino de estar perdiéndose a sí mísmo constantemente. Desde aquel momento, no empezaría una tarea sin haber terminado la anterior. Se compró un reloj de cuco y le tapó la boca. Y todo por un huevo, pensó.

Soy Teresa

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The, the, the, the, the sound: tulúm, tulúm, tulumbá, pá Soy Teresa. Este es mi plumier, una amiga lo hizo para mí. Nuestra amistad es de madera. Observa, tiene dos pisos: uno el superficial y otro el profundo. Nosotras contenemos ambos. Soy Teresa, odio la inosportable levedad del ser. The, the, the, the, the sound: tulúm, tulúm, tulumbá, pá Soy Teresa. Esta es la navaja que le regalé a mi mujer. Se la di el primer día que la conocí. ¿Te vendrías a rodar conmigo? ¿seguirías los afluentes de los ríos? ¿Vendrías, irías, volverías, te quedarías conmigo detrás de las velas y el viento? Soy Teresa, odio la inosportable levedad del ser. The, the, the, the, the sound: tulúm, tulúm, tulumbá, pá Soy Teresa. Mi padre me regaló un pequeño reloj de Sol con aromas de pasado promesas y aventuras. Mi reloj es de madera. Mi padre y yo somos la misma astilla, el mismo árbol inquieto, las mismas raíces arraigadas en las nubes. Somos una misma rueda. Soy Teresa, odio la inosportable levedad del ser. The

Sí, tú y yo podemos

Sí, yo puedo. Nosotros sí podemos. PODEROSO el canto de un pájaro. Sí, tú y yo podemos. Hoy es el mañana que ayer soñamos. Un paso, luego otro. El Tango es cosa de dos. Sí, podemos. La noche insomne con lunares y peineta nos dice: !adelante! La madrugada agarrada hasta las trancas, prendida del Alba, nos invita: Levanta Camina tú y yo, podemos. Cantamos Volemos, somos. Pájaro de alas anchas con sombrero, pico naranja y ráfaga de viento. Volemos: en la tarde en el desayuno salgamos de las oficinas pisemos la nieve, lancemos las bolas al jefe. Unas gotitas de sangre se derraman sobre el ébano de la ventana, la hilandera despierta. Sí, tú y yo podemos. Poderosa, la voz. Un pueblo. Podemos. Variación III. No te detengas. Walt Whitman.

Ostras, Ostras

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Muchos años después de la IIGM, Holanda. En concreto, 50 años más tarde del desembarco. Un cartero alemán, viene a mi puerta en Janskerhof 21. A veces, tomamos café. Él me cuenta historias inventadas comiendo plátanos. Poco importa el argumento, no entiendo nada. (Dutch is a personal whisper for my ears, that´s all) . Sin embargo, observo muy callada todos los detalles: sus gestos serios, dulces. Su gran cuerpo (desarmado, aparentemente dócil) cobra vida. Su voz es firme: la importan cia de la palabra por encima de toda frontera . ( Siendo susurro, viento de molinos de Delf; familiar y al tiempo ininteligible). Un billete de avión me devolvió las historias de Bernhard, (almost BurntHeart, I see now). Anyway, esta vez, conseguí una traductora. He aquí la única historia que alcancé a entender (verbal-mente). Ostras, Ostras Reluce. Reluce el ojo de la ostra en la distancia. Apenas puedo verte intenta acercarte, ven. Entonces me podrás escuchar. Así podré ver el ojo de la ostra relucir s

El dibujo de tu nombre

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Me encanta ver el dibujo de tu nombre en la pantalla de mi portátil. No por lo que me digas, sino por el dibujo de tu nombre en mi pantalla del portátil. Comunicado ya todo, roto el maleficio, deshecho el lazo, superados los silencios te confieso que me sigue encantando el dibujo de tu nombre. No por lo que digas o no digas,  sino por el dibujo. Xxxxxx Bbbbbbbbb Ccccccc Ilustración de Paz Aymerich www.paz-aymerich.com Feel free to comment on that.

Sintiendo Sol, siendo centro

Son las tres menos cuarto en el reloj de Sol. Estoy en el kilómetro cero; el centro de todos los centros. Extiendo los brazos en idéntica hora recibo a Sol, pese a la lluvia, estando en centro, siendo mi salvaje centro. La lluvia fría me siente viva. Mi reloj recomienza a andar. Como si fuera la primera vez, me dirijo a estrenar casa por un largo tiempo. Tres menos cuarto, Sol.

Tarde contiene arde

Llegar tarde es rojo oscuro. Un granate que pesa. Las horquillas de mi pelo quedan sueltas. Será que no fuera tan tarde aquella tarde. Tu mirada se confunde con el fondo de una cloaca, será que arde nuestra última tarde. Llegar tarde es rojo oscuro. Un granate que pesa. Variación I. Tomo secreto. Port.

Lágrimas vivas para Don Mario

Mis niñas, querido Martín. Imagino que en estos días se han ido sumando tristezas; al fin Avellaneda se encontrará en el parque con su autor, un señor muy viejito, encantador. Un romántico consumado, tan amable, siempre con libreta y lápiz. Dicen que publica, pero a Laurita lo que más le gusta es verle escribir. El Sol de primera hora de la mañana les roza el alma cuando se sientan allí en el mismo banco. A mí me encanta observarles en sus rutinas de encuentros, no entiendo los nombres de las calles, los recorridos del día, pero es grato, al caer la tarde, verles charlar animadamente tras los grandes cristales del Café. Y así pasan los días, las estaciones y los años. Da gusto ver a Don Mario tan ágil para su edad, con sus bigotes de literatura pura, sus gafas de artesano del amor. Un placer escucharles en tan alocada conversación de haikus, novelitas con andamios. Ay!!! compañeras, compañero: sabén que podén contar conmigo, no hasta uno, hasta dos o hasta diez sino que sabén que podén

El paraíso se construye, y hemos decidido habitarlo

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www.minakotasaki.com Existe un lugar donde siempre hay un rico té, una conversación. Un lugar para compartir la vida en mitad de la ciudad, esperando te. (Make tea, not war Make music, not noise).

Cafeína en la cocina

Hilo, aroma, vuelo única. Mi cafeína. Agua fría de la ducha, cafeína en la cocina. Lunes alunado. Balsa de troncos escurridizos. Alunizaje contra la cotidianidad. Juego de equilibrios entorno a una taza. Impulso que me acerca a la máscara de estar despierta.

Subiendo en el ascensor

Melón de mil nombres Boca de pajita Sorberte laminado Contessa profiláctica. Merienda de mayo.

Nuevas épocas

Sonrío hoy. Suelto el hilo, vuelan las cometas. Este silencio no es mío. Dibujos de azul y nube. Apegos liberados. Y en la tierra, nuevos encuentros. Mi jardín de barrio. Confío. Ya no hay hilo que desbarate mi rumbo. Buen viaje Feroz. Finiquito de sociedades. Declaración exenta.

20 sandías de ira

Camino en dirección contraria en busca de un impulso, una luz. Ajusto la mirada al frente, balanceo los amores como mártires y lanzo. Sandías de fuego se despepitan por la pista, ruedan intensas, arrolladoras. Y si temblaran en su palidez descarada... Que se mueran uno a uno. Todos juntos. 20 sandías de ira: lanzo escupitajos de pasado pasado. Ábrase el volcán, destruya la lava, las mentiras, éste es el castigo. Bolos alineados, tan blancos, tan espigados. Testigos de una mujer encinta, acusada frente al pueblo. Piedras que alcanzan la fragilidad de las almas. Historias de los cuerpos que se maltratan. El dragón se agita, Pandora levita y en el fondo, una víctima masculina será devorada. Esta pulsión ancestral invoca mis demonios y desuella mi piel de ángel y alas de gasa. Caen sobre la pista en pleno, rabos de lagartija, noches sin frenos, todos locos. Crepita la hoguera de destrucción masiva, San Juan brama entre maderas y llamas. 20 sandías de ira. Fuego, solo vien

La Maga

Hay días en los que me levanto con esencias de la Maga, aunque no recorro París ni sus puentes, Madrid se extiende como geografía por la que discurro a la deriva, sucesión de encuentros fortuitos se tropiezan sucesivamente en mi camino; hijas de vecinas de mi abuela, amigos de mi padre, la prima de mi madre a quien visitábamos durante la infancia y hace 25 años que no se hablan. A mi amiga actriz elegantísima con sus eternos turbantes, a mi entrañable amigo con quien contaba cuentos y volábamos al alimón con el público, a Orima y mi paraguas rojo que dejé olvidados en un Café, a la tarta de zanahoria que siempre me espera frente al Real Cinema, al Entredós que es puro encuentro, a la salida del Banco de España... ... ... Derivas ... .. ... Madrid, un pueblo. Pasillos de tiempo cruzan entre Arenal, Sol, Alcalá, el metro y la Plaza Mayor. De Santo Domingo a Lavapiés soy la Maga. Salgo descalza y encuentro miradas, tomamos café o vino o cerveza con limón y patatas bravas. Las tapas, n

Levedad

Tiendo mis nubes urbanas al Sol, la paz en mis manos. Como manzanas verdes de árbol. Ondean tules y linos colina abajo, al fondo, en el valle, la casa. Vuelan las cortinas blancas por las ventanas. Crestas de lumbre corren por las laderas de la tarde. Festival de colores y vientos suaves me calman en esta aldea de una sola casa, que se lo lleven todo, las brisas. Silencio de aves, ausencia de transportes. Caprichos de aire, aires caprichosos de ojos verdes imposibles. Fuegos fatuos precipitan otra tormenta. Arden los silencios, vendavales y portazos. Que se lo lleven todo los vientos de Santa Bárbara . Huyo a la urbe y me confundo entre asfaltos y escaleras metálicas: Cuzco, Cuatro Caminos, Moncloa y al final, el parque del Oeste. El silencio, la quietud prolongada, esa insoportable levedad del ser. Esas ganas de estallar el mundo: parque, arena, huerta murciana, torres urbanas. Muerdo manzanas. Arde el Sol sobre las aguas del Templo de Debod.

Es primavera ahí fuera

Qué usted disfrute bien de su tiempo! Todo el tiempo disponible para usted. La crisis ayuda a muchos a tener tiempo!!! Qué disfrute del buen tiempo! Todos los tiempos y todos los libros disponibles en: parques, bancos, bosques, laberintos, aceras, metros. Más mejor en parques, bancos de madera a la sombra, o en césped bajo el sol. Mucho mejor con gafas y protección solar. Infinitamente más alegre junto al murmullo de: pájaros, dominicanos, niños, niñas, columpios, perros, patos, lagos... Resto de instrucciones ad libitum!! Ah! No se olviden de regar los tiestos antes de salir. (El té sobrante es estupendo para dar vidilla a las plantas, nunca echar las hojas del té, nutren a la mosca blanca). Un deseo: wifi en los parques de las ciudades, los pueblos... Otro: un huerto de barrio en cada parque, Rosarosae en las ciudades

Hace tanto tiempo que...

Hace tanto tiempo que…. …abandoné el hábito de pensar que ahora lo confundo con comer. …me olvidé de besar que me conformo con abrazar a quien no es. …perdí la paciencia que los botes de CocaCola me salpican toda. … me perdí que no reconozco mis propios ecos. …no tenía tiempo que palidezco de nervios ocultos, que afloran. Reviso los mil huecos, descorcho los sellos y timbres que cerraron mil puertas. Deshollino mil estambres y pistilos de flores muertas que olvidé. Florecen cerezos del pasado que pasó. Hace poco que … … veo el paso del tiempo de cristal en mis ojos y la sonrisa marcada. … busco las ideas, los besos, la templanza, los encuentros y el tiempo aprovechado. Me pregunto ahora , ¿Dónde dejé mi caja de talentos?

Tragedia inmobiliaria

(A dos voces) A No me voy a quedar Quiero salir de esta casa cutre No. Aire, luz, espacio. No nos vamos a quedar. B Qué maravilla, de aquí no me muevo. Aire, luz, espacio para mí. El silencio se podría tocar. No. No me pueden echar. A y B Haarta, hasta las pelotas de tener la vida en cajas. Haarta, hasta las tetas de colgar cuadros, atornillar estanterías. Sísifo en el XXI casose con IKEA. (Coro) No. No nos vamos a quedar. No. No me pueden echar. (En fuga) Quedar.Echar.Comprar.Vender.Alquilar.Soñar.Mover. Mover. Mover. Mover. Quedar.

Caperucita frente al fuego

Recoja todas sus balas, no necesitamos defensa. Doble, pliegue a pliegue, su orgullo herido. Cambie las sábanas de sus noches sin estrellas y entréguese a la pasión del amor en su casa, le dijo desnuda y con las botas puestas. El cazador anduvo hacia atrás y cerró la puerta. Ellos, sin embargo, continuaron frente a la chimenea observando el devenir del fuego. Feroz, me gusta verte tan atento a lo importante. Y dando tumbos de sueño recorrieron, una vez más, los pasillos del amor.

Chocolate para Gretel

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Casa grande, con ventanales, para Gretel. Mucho espacio de juegos, fantasias y leyendas. Notas musicales de regaliz y menta, miles de jazmines para mi duende Gretel. Es tu pelo rojo cortina para el sueño, tu risa magia de Leones y Ciros de melocoton bordados. Planto semillas de cacao secado al sol, planto una semilla de calabaza ambiciosa surco a surco, fuerte impulso de vida y sombra tranquila, para que crezcan tus lobeznos sanos y contentos en palacios de arbol y copas de aires nuevos. Es este tu chocolate Gretel, la liana de todas las selvas cascadas de risas que te acogen de nuevo en mi urbangarten.

El silencio nombrado

Sin saber me llevé tu nombre. Una carga que repito en la saciedad de mis olvidos. Pierdo todo solo te re-cuerdo. Llueve. Las manos abiertas se enredan en tu nombre infinito prolongado imborrable. Letanía silenciada que estalla cuando callo. Canto Quisiera Tapo volver Lavo a tu nombre Resbalo sin aristas siempre sin huellas la mancha que te nombra nada quisiera Soy la ladrona que en silencio se descalza