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Mostrando entradas de junio, 2009

A la sombra de un camión

De tanto buscar casa se refugió la gata a la sombra de un camión. No sabía si el camión se movería o no, pero descansaba por un rato. No quería saber nada de gatos, basuras, joyas o robos. Su casa era, por ese instante; reposo, sombra frente al calor, los tejados de zinc quedaban lejos. Por un momento, era la señora de su propia casa, la estabilidad que ofrece la sombra de un camión, sin pertenencias pero con quietud. There was a written note, fallen on the floor, just over the lorry shadow. The cat couldn´t read it, but it said: No furniture, no past. Nothing but the moment, just here & now. Dedicated to the last day of my beloved Pina Bausch

Sonrisa del corazón

A los vividores del presente, instantes de llamaradas y ascuas candentes rescoldos de Ninguna eternidad como la mía . A todos los/las valientes que saltan hogueras. La hoguera de San Juan, anoche, me desveló un secreto: Desde el otro lado del cielo te digo que la riqueza no se mide por el número de corazones atrapados, sino por la sonrisa de tu corazón abierto. El viento se llevó los miedos, los errores. El fuego nos purificó el alma. Oportunidades renovadas, sueños, metas, semillas. Nos quedamos con la voluntad, el hogar de la hoguera el querer querer. Pagana sonrisa pura, la de tu corazón abierto.

Carretera y manta

La persiana está a medio cerrar, La cama está a medio hacer, me tumbo y medio cierro los ojos. Veo a Thelma y Louis disparadas on the road, recuerdo que al volver a ver la peli hace poco me quedé medio ácida. No reconocí los aires de libertad y liberación de los 90. Ya no compartí la pulsión de escapada con ese acelerón. Observé con tristeza a estas dos mujeres liberadas en su gran vuelo; comprendí que la rebeldía que nos lleva a la muerte no es el mejor destino. He querido visualizar un orden de lo establecido que diera oportunidades para sembrar y no escapar. Inventar un desorden con lo no establecido para dar un lugar a los rebeldes un territorio que no fomente la autodestrucción como salida. Un urbangarten realizado. He medio abierto los ojos sobre mi cama medio revuelta. Abro On the Road de Jack Kerouac y leo: (medio enciendo la luz) . ..because the only people that interest me are the mad ones, the ones who are mad to live, mad to talk, desirous of everything at the same time,

Paz. Apacigua. Camina

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Apacigua. Apacigua a los coches. Ben-ditas las bicicletas que tranquilizan los tráficos. Ben-ditos los transeúntes que transitan por los pasos de cebra. Paz, camina. Apacigua a los coches que están en guerra contra el hombre, que los niños quieren parques y cruzar las calles. Paz, para las cuatro ruedas 4sx4s que derrapan la calma Abandona el diésel, que ronronea, hollina, sulfata, obstruye las vías respiratorias; de la ciudad, de las personas. Paz, camina. Pacifica a las partículas en suspensión. Silencia a los gasóleos que las bicicletas están entrando por Neptuno. La bicicleta esté contigo en el día a día, y no sólo los domingos. Paz, camina.

No había ningún reloj en la casa

No había ningún reloj en la casa. Él no era nada constante, pintaba media pared, hacía la comida y leía entremedias el periódico que andaba por el suelo. Su vida era bastante incómoda. Abrió la nevera y se le cayó un huevo, la yema naranja lejos de reconciliar su desorden habitual le trastocó un fusible. Se había haaartado de llegar tarde, de no encontrar nunca el ticket del parking, de no justificar siquiera sus múltiples pequeños desastres. Se haaartó de no ser, sino de estar perdiéndose a sí mísmo constantemente. Desde aquel momento, no empezaría una tarea sin haber terminado la anterior. Se compró un reloj de cuco y le tapó la boca. Y todo por un huevo, pensó.

Soy Teresa

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The, the, the, the, the sound: tulúm, tulúm, tulumbá, pá Soy Teresa. Este es mi plumier, una amiga lo hizo para mí. Nuestra amistad es de madera. Observa, tiene dos pisos: uno el superficial y otro el profundo. Nosotras contenemos ambos. Soy Teresa, odio la inosportable levedad del ser. The, the, the, the, the sound: tulúm, tulúm, tulumbá, pá Soy Teresa. Esta es la navaja que le regalé a mi mujer. Se la di el primer día que la conocí. ¿Te vendrías a rodar conmigo? ¿seguirías los afluentes de los ríos? ¿Vendrías, irías, volverías, te quedarías conmigo detrás de las velas y el viento? Soy Teresa, odio la inosportable levedad del ser. The, the, the, the, the sound: tulúm, tulúm, tulumbá, pá Soy Teresa. Mi padre me regaló un pequeño reloj de Sol con aromas de pasado promesas y aventuras. Mi reloj es de madera. Mi padre y yo somos la misma astilla, el mismo árbol inquieto, las mismas raíces arraigadas en las nubes. Somos una misma rueda. Soy Teresa, odio la inosportable levedad del ser. The

Sí, tú y yo podemos

Sí, yo puedo. Nosotros sí podemos. PODEROSO el canto de un pájaro. Sí, tú y yo podemos. Hoy es el mañana que ayer soñamos. Un paso, luego otro. El Tango es cosa de dos. Sí, podemos. La noche insomne con lunares y peineta nos dice: !adelante! La madrugada agarrada hasta las trancas, prendida del Alba, nos invita: Levanta Camina tú y yo, podemos. Cantamos Volemos, somos. Pájaro de alas anchas con sombrero, pico naranja y ráfaga de viento. Volemos: en la tarde en el desayuno salgamos de las oficinas pisemos la nieve, lancemos las bolas al jefe. Unas gotitas de sangre se derraman sobre el ébano de la ventana, la hilandera despierta. Sí, tú y yo podemos. Poderosa, la voz. Un pueblo. Podemos. Variación III. No te detengas. Walt Whitman.