Bausch
Si soy
Nelken,
urban
garten
Rot
es por ella.
Nelken,
urban
garten
Rot
es por ella.
I.- Nelken, Madrid 1999.
Claveles rojos abarrotan el escenario del Teatro Real, unos perros custodian el orden. Una mujer estilizada, con zapatos de aguja y acordeón, rompe con lo establecido. Oigo portazos de algún invitado que se indigna, ve insultos donde sólo hay expresión, arte. Sólo soy zapato, clavel, aullido. Tan zapato, tan clavel, tan sola, tan solo.
II.- Café Muller (1972) - RESAD 1998 -
Sus manos ternura, sus caídas desgarro.
Mis lágrimas, olas de agua salada.
Soy el espectador de Hable con ella; me desbordo.
Es la fuerza; levantarse de nuevo aún sabiendo de la caída.
Constancia perfecta, coreografía en bucle que nos concede la cima.
Café Müller de sillas ausentes, paredes frías y puerta giratoria.
Expectadora soy. De salitre y piedra actora. SOY.
Se te caen los brazos, no soportas la ausencia,
niegas la indolencia, te levantas, liebe Pina.
III.- Flashback. Creta 2009 - Wuppertal 2001.
Miro el mar entre curvas, seguimos bajando, seguimos subiendo, seguimos. Rodeando curvas, camino de cabras, el mar. En plena ondanada, vuelvo a ver a la Bausch; está en la puerta del Wuppertal danz-Theatre. Tiene frío, solo lleva un jersey oscuro de lana y unos pantalones estilizadísimos. Mira a la entrada cómo quien espera a un gran amigo (del que ya una no recuerda bien su cara), se inclina hacia adelante con intención de avanzar la llegada. Se abriga en sus propios brazos.
Observo su silencio activo, con los pies pegados en el suelo, su espalda oscila hacia adelante. La veo inquieta, expectante. Me siento tan, tan ínfima. Para confirmar que no me ve, doy un paso hacia atrás y me inclino con el torso para adelante. (Espejo inconsciente de imágenes). Quiero verla, mirarla de cerca, mis pies se anclan en el suelo mármol frío. No puedo moverme, mi cabeza se inclina más. Sus ojos avanzan hacia adelante, como una cuchara entra en un helado y resurge para subir a su destino: Pina espera.
Si tuviera una grabadora, me digo. Espera a unos amigos y está sola, pasando frío.
Veo el azul intenso del Egeo, entre subida y bajada, me acuerdo de la carta, la llamada de su secretaria, estábamos en una granja fuera de la ciudad, y corrimos. Corrimos tanto para llegar, para ver a Pina, para que me conociera, para compartir mis lágrimas nelken, muller...
Solo hubiese necesitado el susurro de Pedro, que andaba trajinando con el buffet, un simple Talk to her hubiera disipado la losa de ese gran ¿qué le puedo decir...? me siento tan ínfima a su lado.
Un walk to her, as a inner voice, hubiera resolvirado la certeza que me llegó 8 años más tarde en un coche en Creta, la isla del laberinto. (En ambas ocasiones Martina, my personal time guardian was near me. That´s weird). Soy un tentetieso.
El azul me deja una imagen de ojos secos, abiertos:
Oscila hacia adelante, los pies fijos, se abraza contra el frío. 8 metros atrás un hilo de frente tira de mí, los pies anclados por insignificantes, movimiento inmovilista....oscilo...: adelante-atrás, como olas en el mar. Poco a poco, soy piedra mármol. Con el tiempo y en vaivén, me distancio de la danza pura. Sin saber, observo cómo La Danza me espera.
Se abraza. Al final, me gana el frío.
Hello! ¿Alguien me podría explicar cómo se suben los videos del youtube al blog? Manuelita??
ResponderEliminar"Y que el olvido no cubra los días del esplendor en la yerba y la gloria de las flores"
ResponderEliminarWilliam Wordsworth
So, my dear Nelken, actora del mito,
soñadora de los caminos abiertos
e inexistentes del Big Garden,
acariciadora de la etérea pisada
de la Gausch, portadora del intento
que escala la infinita pared
del Paraíso.
Que ella, en el silencio
de su danza,
anude el jersey
protector del movimiento
en la desnuda sala de espera
que los sueños habitan.
Y el universo plural de los silencios
que guardan las palabras,
recoja tu homenaje y lo lleve en volandas
hasta ella.
Así, con el frío vencido,
podrá el recuerdo acompañar las llamas
de los blancos claveles que tus manos
escriben.
Port/Emilio
Blanca es la luz que emerge de mis manos.
ResponderEliminarNelken Rot gusta de los jazmines, las flores del cerezo y del azahar. Nice one!
¿Qué hacemos con la G de Bausch en el poema? Seguro que a ella, que era inteligente, le parecerá divertido, pese a su aparente tristeza, que hayamos bailado una letra transformando la B de Bausch en G de Garden. I can´t change it, by now. But you can probably, do something: escribir una nota, a pie de página, ya que el poema es un homenaje conjunto a ella y a ti, a su danza y a tu escritura, sobre el baile y transformación de un error absurdo. Dentro del surrealismo de su armonía no importará asi tanto. De todas formas lo voy a copiar y reenviar. Veremos si soy clever enough. Lo que pasa es que me apetecía poner este comentario. A lo mejor es suficiente.
ResponderEliminarBesos en el Café Muller.
Port of dancing.
Fantástico relato pero como recomendación sube un audio y que lo cuente tu voz .... ganarías aún más seguidores.
ResponderEliminarSu redacción nos enamora.
Su voz nos cautiva.
Marivilloso narrador.
...
Urbangarten ctrl+d
A neighbor.
Ok, llamaré a tu puerta, que siempre me recibes con los brazos abiertos, y el vaso para llenar con burbujas de licor y fanta sía.
ResponderEliminarWhere have all the flowers gone?....long time passing...Where have all the flowers gone?...long time ago...May be the went to Brisbane, my dear Nel, or elsewhere looking for your heart, in search of your soul...
ResponderEliminarPort of the Bunch.
Where have all the flowers gone.
A song written by Pete Seeger and sang by Joan Baez and Bob Dylan, among many others....
Pina Bausch...la afirmación en quietud y movimiento del ser humano contra los dioses, la rebelión estética contra el destino...Marioneta con alma de guerrero que interpreta la vida desde la perspectiva de la lucha contra los designios...El baile como epopeya de música y silencios como barrera, muro, para aislar la mediocridad de la excelencia, don de la Vida para hacer crecer en el Jardin de la Existencia un rayo de luz gris, poderosa en la memoria, contra la injusticia y el abandono.
ResponderEliminarEmilio Porta