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Mostrando entradas de 2010

Benthe en navidad

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Fotografía de Minako Tasaki http://www.flickr.com/photos/minako375/ Tengo dos ojos uno alegre y otro triste, daltónica en sentimientos, con la alegría de vivir y la tristeza de las corrientes que se lo llevan todo: todo, menos la nube negra de un cromosoma partido. Juego en la bañera de agua caliente, espuma y vapor. Dibujo absorta xx, xy, trazos grandes y pequeños, borro su geografía precisa del vaho de la ventana, sumerjo mis pies grandes, mis manos hábiles bajo la espuma. Me falta el aire, Benthe de algodón y sueño. Desearía meterme en una lavadora, tú y yo y nacer de nuevo. Tengo un ojo triste y el otro alegre, daltónica en el amor, cocinera frustada en la creación. Busco el hilo que te recuerde el reloj, la frontera, la salida. Palpo la palabra, beso el bocado que te despierte del sueño de algodón, y que provoque a tu piel de mantequilla a estirar y encoger la sábana que te cobija. Remuevo la espuma, recuerdo las velas del templo, la luz de la fe que me devolv

No había ningún radiador en la casa

Ahora que se acerca la navidad me apetece compartir este relato de invierno, que algunos ya conocéreis. Feliz navidad, feliz calor en casa, porque en invierno también se ama. Desde Madrid presento: No había ningún radiador en la casa. Recibió un sobre con las llaves de la casa, acababa de entrar el invierno y había nevado. Decidió prescindir de equipaje e inaugurar su nuevo hogar. Cuando llegó, observó estremecida que no había ningún radiador en la casa. Fue al coche y trajo una manta de viaje. Sobre el colchón frío de la habitación glaciar le pesaba su decisión impulsiva. En su afán por vencer a las bajas temperaturas se puso las manoplas de calcetines y éstos de guantes con el fin de favorecer la circulación de la sangre. No dio resultado. Abandonó la habitación iglú y se fue al salón nevera. Miraba la chimenea vacía, sin troncos, sin fuego. Cual indio arapahoe, decidió ponerse a saltar en círculo en torno a la mesa desnuda; sin flores, sin cena. El movimiento le hacía sen

Burro de Barro

Platero es pequeño, como si fuera de algodón y sus ojos de azabache parecen verlo todo. Tus manos de alfarera se hunden en el barro. Del torno surgen mil botijos que contendrán agua siempre fresca. De tus manos, en la siesta, surgirá el burro de barro, el capricho. Moldeas con precisión su cabeza, sus orejas. Tu sabiduría artesana te permite triunfar con esas patas de aspecto fuerte y fragilidad de barro. Agua, manos, burro. Cambiaría mil Barbies por tener entre mis manos tan sólo uno de tus burros. Como los sombreros de Úrculo, como sus maletas y sus viajeros, tus barros de animal son marcas de autora. Yo ya no sé montar en burro. En los pueblos vivían. Recuerdo en burro a un tío que nunca llegué a conocer, nunca llegué a hablar con él, porque el tío Federico siempre se iba en burro al campo, había tanto por hacer. En los pueblos, ¿viven ya los burros?, ¿cómo era esa expresión ... vaca-burra, no? No sé ni cuándo, cómo o por qué se emplea, pero me suena, y n

Leyendas urbanas

Alguien me dijo que iban a empezar a desmantelar todas las cabinas urbanas por obsoletas, me consta que la compañía telefónica ha intentado mantenerlas como mobiliario urbano y fuente de ingresos, pero la falta de monetario es el martirio de todo gestor idealista. Ahora no sé si realmente hay cabinas o no en nuestras aceras, prestaré más atención en mis salidas nocturnas. ¿Qué será de Londres sin sus red boxes? Haciendo repaso del tiempo y de mi blog, en la época de las uvas y las serpentinas, quiero rescatar una entrada que empieza a ser ya histórica de mi urbangarten, en el sentido de que probablemente este año y el que viene la escribiría diferente, con ustedes: en el fondo del mar, la ciudad. En el fondo del mar de la ciudad están brillantes y sin embargo, pasan inadvertidos. Los transeúntes no los echan de menos, éstos oscilan con sus piernitas veloces y miran las agujas del reloj. Es probable que los niños no reparen en ellos, ni entiendan su utilidad. Podría ser ..

A Christmas gift

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Fotografía de Minako Tasaki He visto rodar a mi corazón como una rueda ¿será de madera este corazón mío? Cantos redondos y medievales de madera de carro, avanza mi corazón. Tropiezo barro y piedras. En una intuición de otoño, rueda mi latido. Este carro no me tira para adelante sino que baja desbocado de madera rueca cantos redondos, ancestrales. Las sandalias y el barro frenan la inercia hacia el fondo frío. He visto rodar a mi corazón como una rueda ¿será de madera este rubí mío?

Llegada

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Vengo de los mares del sur, zarandeada por las corrientes de Tarifa, desbordada por el azote de poniente. Traigo las sogas del vendaval, el hilo fino de la resaca y la brisa. Por encima de todo, vengo. Llego destruida. Sobre mis mejillas la arena mojada, fría. Por mis andrajos adivinarás que antes conocí la dicha, pasión enmarañada que desemboca en desconsuelo. Llego molida por el viento y sé que merezco un leve descanso. Siento el lado cóncavo de la playa que me sostiene. El rugir de la tempestad sobrevenida. Grandes troncos de madera salada me hacen compañía. ¿Dije fría? estoy viva, eso es lo que importa. De la levedad al levantarse, ¿cuántos son los pasos?, ¿dónde están las fuerzas?, ¿cuáles son mis anclas?, ¿en qué cajón guardé mis velas? Levantarse Pina, levantarse. Levantarme en 8 tiempos, en 6, en 4, en 2, en 1. Alzarse sobre una misma como proceso. Vengo de los mares del sur, rastreada por las corrientes de Tarifa, desbordada por el azote de poniente. Traigo las sogas de la ve

En el leve espacio de un coche

Te oigo todos los días. Dices que vives solo y cuentas al parabrisas: ayer, otra vez, me cabreé conmigo mismo . Sigue cantando y relájate. Tu volante.

Imagino que hay ascensor

Deseo que al abrir la puerta del portal esté el ascensor, ruedo el carrito con la compra a rebosar y me encuentro con los mismos peldaños de ayer. Inspiro y veo a mi madre, a mi abuela yendo a por agua a la fuente, tiro del carro, y esta vez, siento perfectamente de qué carro se trata. Sigo subiendo hasta el siguiente rellano, si tuviera el suficiente dinero no viviría en un cuarto sin ascensor me digo, en seguida, contrarreplico: las determinaciones tienen un precio y el coste a pagar son 128 escaleras de subida y 128 de bajada, la mejor contratación de internet que podrías imaginar, tira. Busco una salida por el hueco de la ventana, el sol me deslumbra y atisbo los árboles del patio interior: delicias del Madrid de los tejados en cuesta, árboles escondidos tras edificios espigados. No, no me olvido: si intento espirar en los momentos de máximo esfuerzo será más fácil, hay que programar al cuerpo para que se relaje en los momentos de máxima tensión. Dani m

Fuges de mim

Palabra huyes de mí cuando más te necesito. Mis pies caminan en dirección contraria a mis instintos. Son las doce y media en el reloj de Sol, la figura hierática me dibuja la decisión de permanecer, hace frío. Palabra te encallas cuando te reclamo. Mis pasos lentos se frenan, mis manos abiertas no son capaces de entregar un sí, de acariciar un ahora sí . Sigo caminando en dirección opuesta. Siento el freno y no vienes en mi ayuda, desapareces palabra. Balbuceo y dudo sobre qué dirección tomar. Niego el valor del momento, apuesto sin querer por las rutinas de los días iguales. No tomar decisiones es decidir. Veo una sombra en el suelo, es mi corazón en negativo, se abre un agujero, alguien tira un cigarro y tapona la oquedad. Cenizas de un misterio sin resolver. Palabra fugaz te fuiste sin enhebrar mis labios con los suyos.

Están secas las hojas

Cuéntame los cuentos más largos esta noche. Susúrrame el movimiento de las hojas de otoño cuando suben las escaleras de la salida del metro. Cuando el viento azota la cara fría y dicen que hay que seguir avanzando. Cántame la nana más larga ahora y siempre. Deja que el olor penetrante de las natillas recién hechas de madre me inunden bajo el calor de las mantas, invítame a levantarme de esta cama pesada de hojas secas. Lávame las manos que se me caen todas las certezas. Recuérdame donde está cada tecla en mi piano, rásgame esta melodía caída en el alféizar de todas mis ventanas. Límpiame el horizonte que me siento ciega. Limpia los cristales turbios de estos tiempos que no acaban. El largo viaje hacia la noche es un cuento que me desgarra. Dile a padre que no me abandone, que me cuente una y otra vez los misterios ocultos de la vida, que me descubra la belleza del sol y del frío, que me ate a la tierra, que me enrede en este río, que me temple en las noches de invierno aunque el

Hay fuegos

La canción de Guadalupe Urbina Hay gente siempre la he combinado con el texto de Galeano El Mundo, son para mí una asociación de ida y vuelta. Me apetece compartir el cocktail con todos los que me leen y dedicar este combinado literario musical a la persona que me acercó de nuevo las palabras de Galeano. EL MUNDO Un hombre del pueblo de Neguá; en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. El mundo es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien

Autodefinido

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Pies de aire corazón nube boca pétalo manos arena ideas viento. Deseo raíz tierra. Pies de aire corazón cielo vida fuego.

Korazón Reklame

Dejemos al corazón en oferta en el estante de los congelados. Que se hielen los instintos porque están equivocados. Es peor el silencio, la huida, ... Y peor la duda.

La llegada de Florence

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No me dices hola al entrar, tan sólo miras mi piel negra, mis manos grandes. No imaginas que mi piel es suave, que mi corazón es algodón del Sur, que para que yo entre hoy en este ascensor urbano cientos de cuerpos se juntaron en la noche, cientos de manos trabajaron la tierra, y tres generaciones anteriores a mí migraron del campo, que mi abuela también sabía abrir un grifo, y ahora estás aquí mirándome. Veo tus ojos europeos cómo escudriñan mi cuerpo de mujer grande por debajo de tus gafas, probablemente eres miope, de ahí tu proximidad e insistencia. Muestro mi sonrisa, y tu corazón, esponja magullada de alquitrán y humo, comprende. Por fin, sonríes y me saludas. Ahora me siento bien en este ascensor de ciudad gris, orgullosa de mis manos grandes y mi piel café, negra y suave. Ilustración: Carmen Arevalill o

Desde Uruguay con el corazón: Benedetti

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«Te dejo con tu vida, tu trabajo, tu gente, con tus puestas de sol y tus amaneceres. Sembrando tu confianza, te dejo junto al mundo, derrotando imposibles, segura sin seguro (...) Pero tampoco creas a pie juntillas todo. No creas, nunca creas, este falso abandono. Estaré donde menos lo esperes. Por ejemplo, en un árbol añoso de oscuros cabeceos. Estaré en un lejano horizonte sin horas, en la huella del tacto, en tu sombra y mi sombra (...)». Así se despedía Mario Benedetti en 'Chau número tres'. El uruguayo reflexionaba sobre la relatividad de la ausencia. También ahora es relativa. Como legado deja sus palabras y su forma de entender la vida. LA INFANCIA «La infancia es un privilegio de la vejez. No sé por qué la recuerdo actualmente con más claridad que nunca» . «Es a veces un paraíso perdido, pero otras, es un infierno de mierda». EL APRENDIZAJE «Mi primer trabajo fue en una empresa de repuestos de automóviles, luego 15 años en una inmobiliaria y luego, al periódico —pri

Sunday morning

Perdonen que no me levante dijo Marx una mañana de domingo. Dió media vuelta y siguió durmiendo. Los domingos pueden ser un acicate para reencontrarse con el campo, los níscalos y las amanitas, o bien transformarse en un auténtico festival de la pereza. Por el momento, perdonen que no me levante, me doy media vuelta y ya me despierto luego. A las dos sonó el teléfono móvil: cambio de planes. Viva la improvisación.

La vía muerta despierta

Anoche crucé la línea y me encontré a viejos amigos que se calentaban alrededor de la hoguera, me recibieron con alegría y el pasado se fundió en un mal sueño que apenas ahora recuerdo. Esta vez cruzar fue como la primera llegada, equilibrando mis pasos con los tacones, que ventajas del tiempo ya no me quedaban grandes. Los collares largos de cuentas rojas, regalos de la hospitalidad Bahíana, me animaban a seguir adelante. Me agarraba a ellos como quien se aferra a su talismán más querido, sin embargo, no mostraba ya ni tan siquiera una pizca de mis miedos. Caminaba segura con mis zapatos rojos de tacón ancho por la línea de acero. Iba cruzando los railes de mi vida, recuperando el pulso, la dirección. En el bolso llevaba guardado el rumbo envuelto en papel albal para que no se mojara, para que no se me perdiera, para que sonara en las máquinas infrarrojas de la frontera, sabiendo ya que el rumbo no se quita, como quien se despoja de las botas y el cinturón

La falta

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Fotografía de Minako Tasaki Mis pies resbalan como jabón mojado por las piedras del río. Cada canto rodado es una aventura del tiempo. Decidir el camino es cantar en cada salto. Cruzar a la otra orilla es la meta. Miro mi ombligo con asombro, no recordaba haberlo dejado ahí: subir y bajar, entrar y salir del agua. Los músculos se alteran. Son tantas las raíces que se estiran por debajo del agua. Son tantas las dudas que me impiden dar el gran salto. La orilla. Hoy estoy en el centro de la nada. Guardo el rumbo en el bolsillo, el reloj me atrasa. El cielo observa el reflejo de las hojas de los árboles sobre el agua crespa, siento el peso del vestido de piedra de Virginia Woolf. En este río sin vacas, quedo inmóvil, lloro-río a cada paso. Esta mañana desayuné dudas y merendé nubes. Ahora no entiendo a mis pies que balbucean blancos al ras de la corriente. Al otro lado, la orilla. Posteo esta entrada a petición de Toñi. Mil gracias por recuperármela. Cómo me he podido olvidar de la ma

Hacia el fondo frío

He visto rodar a mi corazón como una rueda ¿será de madera este corazón mío? Cantos redondos y medievales de madera de carro, avanza mi corazón. Tropiezo barro y piedras. En una intuición de otoño, rueda mi latido. Este carro no me tira para adelante sino que baja desbocado de madera rueca cantos redondos, ancestrales. Las sandalias y el barro frenan la inercia hacia el fondo frío. He visto rodar a mi corazón como una rueda ¿será de madera este rubí mío?

Se busca

Busco ferretería donde vendan andamios y puntales para sostener a este otoño.

Mi ombligo me abre al mundo

Te amo a ti reflejo de mi espejo. Ombligo y mundo enhebro en un solo hilo sombra y perspectiva. Los límites de mi ego están en mi pies. Coherente, constante como los Heavies de Gran vía hoy comienzo de nuevo a caminar por empeño para no volverme para no parar. En un restaurante japonés aprenderé lo desconocido Starters: what about me? Main course: me & myself. Dessert: Fondue ´jazz me, just me Con palillos tiraré del hilo from my belly button. Comeré horizontes, gengibre y al mundo circular. Me limpiaré las pisadas de otros y... pagaré las cuentas con convicción para no olvidarme para no perder para detenerme y saborear el valioso infinito de mi ombligo-mundo.

Olivo

Lo que me gusta de ti, árbol, es tu quietud .

País de Polillas

Puede que no nos pensáramos gusano pero sí planeábamos con el deseo de la mariposa. Parece que ahora somos plaga de polillas. En las noches en blanco vamos atraídos por la luz y morimos con las alas pegadas a una bombilla fugaz. Somos el país del fogonazo y chequera de la tarjeta de crédito y las cervezas. Somos gusanos y capullos. Pudiendo planear el vuelo de las volvoretas atacamos los armarios de la Unión Europea. Nos planeaban ser primeras potencias y tan sólo somos un país con las alas quebradas. España es paño de polillas.

Baby steps

Guardo en la caja de los hilos la palabra tirar. Soslayo del contenedor de reparto una sonrisa, un a mí sí me vale. Saco uno a uno los alfileres del acerico seco de mi corazón. Introduzco en mi dedo capital, corazón, el dedal que mueve y protege mi destino. Preparo la tela de lino. Me decido por el color vainilla. Hilo y tela rompen el maleficio de lo tirado. El dedo corazón roza los bordes: la tela y el telar, el pulgar y la tela, roces. La urdimbre, el gusto por bordar la vida. La aguja daña para unir. El dedal acompaña el camino. La intención es el valor. La acción, el traje nuevo. Transformo mi voluntad de caer tirada, de liberar el pasado, por un deseo de dar, por la conveniencia de saber estar y adentrarme en el hacer aquí y ahora, sin preámbulos. Compro calcetines nuevos para dejar de andar descalza. Me siento para continuar. Os recomiendo la película Bright Star de Jane Campion, la directora de Nueva Zelanda conocida por El piano. Bright Star narra la historia de

Llegó septiembre

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Imagen Juanma Vidal Como el caballo del ajedrez salto casillas y en ninguna me quedo. Que alguien salve a la Reina de las Repúblicas, a la musa de Sabina, a la princesa Peleona. Que se callen los vecinos impertinentes que paren el tráfico a esta vuelta al cole que el frío no llegue y el alfil no se me cruce. Que los peones no conozcan la cola del paro. Que el Rey sirva para algo. Que las torres me alcen en lo alto de este desamparo y la música apacigüe todas las magulladuras del verano.

Certechuelas

Quisiera trazar la línea precisa de la palma de mi mano. Se arquean las siluetas desde la ventana: nítidez contraste del horizonte de montañas. La noche reajusta la amplitud del costado: el labio de sal y la lengua de arena. Si pudiera tostar al sol mi decisión. Sólo la vara de las letras abren una grieta: palabras de pedernal adoquines de mi camino.

Encuentro con el punto

Viernes, Venus, ¿vienes? No sé si me saldrá punto y final o punto y seguido. Hoy, Puma, quiero aclarar cientos puntos. No sé si el punto y seguido será lo suficiente punto y lo suficiente-mente seguido. La tentación, mi tentación, caer en el punto fatal. Licor de escorpiones. Viernes, Venus, ¿vienes?

Atracción por el puma

El cascarón se rompe remolón. Viernes, Venus, ¿vienes? Navegamos como imanes hacia el epicentro del Tsunami, nosotros. Se sumergen los cuerpos entre remolinos de arena. Compartimos divos besos de Venus. Rescatamos plenos perlas negras. Nos despedimos a la fuga. Viernes, Venus, vienes y ... te vas.

La visita

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Imagen: Esteban Vicente Depositaron cuidadosamente la sal y las partituras debajo de su almohada. Cuando despertó una sonrisa se quedó dibujada en su cara, descalza corrió al piano y tocó. Sus dedos bailaban por el teclado en blanco y negro, sin embargo, la música que desprendían sus manos hablaba de cintas de colores, de árboles que se mecían al capricho de los vientos del sur, de casas con ventanas abiertas y cortinas que volaban como cometas. Pasaron los días y su sonrisa seguía allí, como las teclas que desprendían su mejor tesitura para acompañar el deseo y la convicción de tan magnífica intérprete. Sus pies delgados y descubiertos se movían al compás. Pronto llegaron en autobuses aquellos que andaban inquietos con sus vidas. Al llegar reconocían mensajes ocultos tras aquellas composiciones musicales y transformaban su camino tomando las decisiones más sabias. Todos volvían agradecidos a la fuente primera, allá donde manaba la música más pura, y plantaban mango

El sostén perdido

Después de amputar mi brazo izquierdo, de quitarme la nariz de dejarme los pies en los zapatos de olvidarme el pelo en el cepillo de depositar las orejas junto a los pendientes... Después de encontrar vestidos con cinturas marcadas rebuscar cuellos entre bufandas jugar con anillos olvidados en guantes de apoyar mi almohada sobre un pecho amable Después descubro que ahora no encuentro el plano de la baldosa que me sostiene.

Fieras

Tiraba de la toalla como si fuera el juego de la cuerda. Decidida insistía con fuerza, tiraba. Frente a ella unos ojos marrones crispados tiraban en dirección contraria. Él miró al suelo para coger fuerza y rebufar como los toros, comprobó de nuevo, soltó. Ella cayó en la arena. Queridas jardineras y jardineros, urbangarteners del mundo: Una vez más estamos en verano y urbangarten quiere abrir las puertas a sus ciberlectores. El año pasado quienes quisieron escribieron diferentes finales para Las ojeras de Venus. Propongo que en 2010, el año en que Cataluña ha decidido suprimir la fiesta taurina de su territorio, escribamos entre todos una gran diversidad de continuaciones y finales para este microrrelato titulado Fieras. Puedes escribir tu final en comentarios como anónimo, pero estaría bien que firmaras tu texto, aunque fuera con un seudónimo. Sed bienvenid@s, que la creatividad e imaginación os acompañe, pese al calor.

Desafío

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Tengo tanto, que nada quiero. Tan sólo lluevo. Ilustración Natalia Auffray. http://nataliaauffraygarcia.blogspot.com/2009/05/blog-post_9559.html

Hallazgo urbano

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Las aceras de mi ciudad tienen lunares. Estos melanomas callejeros tuvieron dueños, tuvieron boca. Ahora son sólo un cuadro para los peatones que no corren, que su reloj no se mide en segundos. Transeúntes urbanos a quienes llaman despistados.

El amor definicionista

Si el sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos acerca y retiene en virtud de sus propiedades físicas a otro cuerpo externo a sí mismo, o que lo absorbe dentro de sí y que, procurando una correspondencia mutua de una persona con otra en el movimiento afectivo hacia algo que apetece para alcanzar el grado de perfección espiritual en que el alma, desasida de toda criatura, se une con su Creador por la caridad, de suerte que solo aspira a cumplir en todo la voluntad divina, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear, se filtra como la sustancia cuyas moléculas están formadas por la combinación de un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno, líquida, inodora, insípida e incolora, se filtra, repito, como el componente más abundante de la superficie terrestre y, más o menos puro, que forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares; es decir, es parte constituyente de todos los organismos vivos y aparece en compuestos naturales entonces me con

Oulipeando

El texto leído me hizo colorear. Se azulaba de un fragmento de la Biblia y el resultado verdecía absurdo y surrealista. Después anaranjamos con el ejercicio y me amarilleaba al moradear alguna ocurrencia, y esto ennegreció lo que enrojeció.

Conversación secreta

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Ilustración Paz Aymerich http://www.paz-aymerich.com/ Las luces de mi pequeña ciudad se apagaron, me pregunté que quién lo hizo, pero sabía que en ese momento importaba poco, sólo me quedaban adoquines destartalados por tentar a punta de zapato como respuesta inmediata a mis preguntas y maldiciones. De pronto sentí la noche cerrada, pese al calor y la ausencia de nubes. La sentí silenciosa, pese al eco de las risas del público urbano que contemplaba, con asombro y gran atención, al mimo de Sol que actúaba a altas horas de la madrugada. Todavía su imagen y la risa resonaban en mi memoria. La algarabía popular de fiesta nocturna improvisada en pleno centro de Madrid desaparecía de mi mente según avanzaba de camino a casa. La calle donde vivo se transformó en una bajada oscura, sin velas. Los tacones, que ya me mataban desde horas antes, inestabilizaban aún más mis pasos, ralenticé mis andares de zancuda inexperta y dejé que mis brazos equilibraran tanta zozobra. Canté

Actitud ante la mala racha

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Hoy no me caí porque vivo en un negro feliz. Ilustraciones .NAG. objetos únicos-arte a parte http://nataliaauffraygarcia.blogspot.com

The end of Silicon Valley

Un ataque a la brecha digital tuvo lugar la noche en que Gadafi incendió los jardines de la ciudad, las llamaradas sobresalían hasta rozar las sombras más alejadas de los cedros. Sin embargo, la raíz del fuego brotaba de las losas de cemento inscritas en las aceras. Después nada fue igual; todos los cables y toda la fibra óptica de las ciudades se fueron consumiendo, las ascuas de silicio dejaron rescoldos de silencio por todo el planeta. Los bomberos vieron cómo las corrientes de lava urbana siguieron inquebrantables su paso destructor. Ninguna televisión del planeta ofreció imagen alguna. El gobernante escribió todo lo sucedido en un papiro, introdujo con cuidado su testimonio en una botella de Tequila Reposado y lo sumergió en el mar, junto a las manos minerales de coral. Éstos guardarían el silencio y las palabras mediáticas, nadie sabría cómo se desencadenó el fin de los valles de silicio hasta que aquella enigmática botella fuera rescatada entre los bancos de corales. Este ince

Lluvia de verano

No m e gusta correr ni cuando llueve, le dijo Caperucita al bolo. Prefiero detenerme en cada gota, sentir el frío sobre mi cuerpo vivo. Saber que tengo una casa que me espera, que estás con la toalla dispuesto a recibirme. Albergar tus abrazos bajo el agua caliente, reteniendo el tiempo. Jugar por la vereda de tu espalda, reír. Recorrer descalzos el camino hasta saborear de nuevo el hogar hoguera. Nota: si te apetece puedes hacer click en la etiqueta de caperucita y leer otros nanos relacionados. NK

La sonrisa del corazón desnudo

A l@s valientes que saltan hogueras. La hoguera de San juan, anoche, me desveló un secreto: Desde el otro lado del cielo te digo que la riqueza no se mide por el número de corazones atrapados, sino por la sonrisa de tu corazón abierto. El viento se llevó los miedos, los errores. El fuego purificó las intenciones. Nos brindaron voces verdes, sobre acantilados que esperan semillas. Nos quedamos con la voluntad, el hogar de la hoguera el querer querer... Pagana sonrisa pura, la de tu corazón abierto.

Salvar las noches y los días

Sois la perita en dulce que pende del peral. El ojal, que abrocha mi destino. Compartir Poesía Coropez Cantando bajo el Sol Lector@s asiduos de mi Urbangarten Lector@s asiduos de escritores en red Molte grazie a tutti NelkenRot

Pétalos de póliza

Mis pólizas, pétalos de margarita disecada. Al tocarlas se des hacen se des vanecen papel de fumar cenizas del cénit que fue mi seguridad. Pétalos de papel firmado des hechos sofocados en almohadas. Plumas de cabreo vuelan por mi cama. Pólizas que me pierden la paciencia. Me dirigen al laberinto oscuro, la reclamación escrita. Solicitar la paz previa y no obtener respuesta.

Dibuje el lugar geométrico donde reside su corazón

Vivíamos en la misma calle, me fui. Como residíamos en el mismo barrio decidí no coger el mismo autobús, y desde entonces, me desplazo en bici. Al vivir en la misma ciudad iba cautelosa por la cinta transportadora del aeropuerto. Porque vivíamos en el mismo país decidí no ver la tele para no compartir el mismo telediario. Corazón, cuanto más te huyo más te encuentro, hoy llamo a tu puerta.

Conflicto del código binario

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Deseo 10, es 0. A lo sumo 01. Visiones de 2010. Insensata vivo en el reino de la escasez. Resido en el quinto y no tengo ascensor. La luz con estas gafas de euro es turbia, desajusta mi empeño. De puntillas por la nada laboral, consumo para existir. Bordeo el fracaso de este año con sabor a cero 2 nnnnnnjn 0 mmmnnm 1 bbbbbbbbbbbbbb bbbbb 0 me relamo por el diez y digo: "un helado con dos bolas por favor, una de aire y la otra de fiesta". Escasez sólida, te saboreo. Insensata. Al borde, mi cucurucho vacío. Ilustración helados realizada para este poema por Paz Aymerich http://www.paz-aymerich.com/ Mil gracias Paz. Para ver otros poemas ilustrados por Paz, pincha aquí El dibujo de tu nombre: http://urbangarten.blogspot.com/2009_05_01_archive.html

Solución imperfecta

Me quitaron un ladrillo para mejorar las vistas, y se me cayó la casa.

La cajita de madera de Anita Free

Para darse cuenta de lo que realmente está pasando dicen que lo mejor es darse un golpe, yo me acabo de fostiar hace 35 minutos con el pico de la ventana, al levantarme de forma súbita del letto protetor con el fin de hacer un pis nocturno fuera de guión. Yo y mis temperamentos, héle ahí, hemos hincado mi cabeza somnolienta contra el pico de la ventana a medio abrir. Esto es empezar bien el verano... ¿Será que me tengo que dar cuenta de algo importante? Afortunadamente, ya lo tengo todo controlado, pero me estaba acordando de lo que dijiste ayer cuando estábamos en el coche, eso de tener un vecino majete como garantía para vivir más tranquila al estilo single, pero claro, aunque me salga sangue por la cabeza, a estas horas no era plan de despertarle. Por muy majo que sea, son las cinco de la mañana. Todo esto ha sido un poco caótico, tenía alcohol, sí, porque tengo varias botellas de alcohol en el baño, pero no encontraba el resto del botiquín. A la hora d

Away from the depth jar

At urbangarten gate silent thoughts white views are eaten by every step you take into it. Inner seeds are blooming towards the urbangarten path. Surface is the treasure. Water the plants, and watch how they grow. The weak thread of the depth jar goes away.

Aterrizaje

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Coloco las nubes en el cajón del alma. Extiendo la suerte del mantel donde se come. Bordo y guardo a mis ciento volando junto a las servilletas de tela de los domingos. Cometas de aire que contienen el vuelo de las mariposas. Cierro con cuidado mi cajón con ruedas. Me uno al ciempiés que anda.

Cerrado por vacaciones

Cuando no se puede más: siempre se puede más. Ay! no estoy preparada. Cuando no se puede más se puede volver a inventarlo. Siempre la serpiente de la vida te lleva a mejores lugares. Volveremos. Poesía al calor de la noche. Autores: Anita Free, Why not? & NRot

La materia

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lsksjd Música de surco en paredes retro. Flores de vinilo sobre sofás tranquilos. La misma lluvia, ¿la misma música? hdd Somos seres ksjd de vinilo. nd ndnd jddhfhffjfjfjfjfjfjfjfjfjfjfjfjfjfjf Maquetas en el desván hahahahhhshshshshshshshshs atentas que... lekejrjrjrjththrejejejrrhrnrmfn nos transformamos.

Destino

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ll Muitos beijos le dijo la higuera a su sombra ... .. . y dejó caer una de sus hojas .

No fue un sueño

Al otro lado de la novela el espejo, y de su mano, el fragmento. Eutanasia a la narrativa matemática, hoy se me ha muerto el mito. Desenhebro principios, rumio los finales redondos, los puntos son mercurio desperdigado. En el suelo, añicos. No, no todo fue un sueño.

Malasaña

Por las calles de la Palma he dibujado mis sombras al atardecer. Paseos nocturnos sin paraguas recogen a la luna mojada en pleno 2 de mayo. Besos entrecortados por Verlarde que encuentran asiento en la misma vía Láctea. El barrio donde puedes ser tú y nuestra sombra lo agradece. Cachimbo. Versión del Orfeón de Malasaña, cantado por (la unión de coros independientes) para las fiestas autogestionadas de Malasaña, del 1 de mayo de 2010.

Sombra corta - horizonte amplio

Tengo una sombra imprecisa revolucionaria en deseos esquiva en oficinas. A veces, no entro en tu silueta sombra tu contorno lo siento estrecho, caigo en la danza de la falta, malvivo tu apariencia de sombra corta. La luz proyecta mi espalda sobre una acera mojada. Cambio el rumbo a tierra me reencuentro tumbada respiro la hierba de rocío. Me levanto me estiro. Bailo bajo el sol los contornos de la sombra que soy. Las nubes voluptuosas me abren paso. Silueta de luz sombra de algodón soy un horizonte amplio. Hágase, de nuevo, mi luz propia. .

Sección consumo luego existo

Adoro el pan tierno de tahona. Privada al pan por euro al mes apenas alcanzo a comprar 2 libros.

Me lo dijo el Madroño

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Bases para colaboraciones artísticas (Reflexiones Nelken)

Los colaboradores tendrán: un nivel de calidad similar. un punto de encuentro entre sus saberes diferenciados y complementarios. una necesidad económica similar. un grado de compromiso y responsabilidad con el trabajo parejo. un querer querer colaborar en proporciones iguales y una disponibilidad parecida. una voluntad de encontrar huecos para que la colaboración artística tenga lugar. Admiración, respeto y generosidad hacia el otro/a. Es importante que cada artista desarrolle de forma individual la autoconfianza y valore su propio trabajo. La comunicación y la escucha al otro es el ladrillo fundamental para la construcción artística. La colaboración será intensa y emocionante en los instantes en que ésta tenga lugar. Insisto, vendrá precedida por un trabajo previo por parte de cada colaborador/a. Las tareas previas de cada colaborador serán pactadas antes de cada encuentro. El espacio de trabajo no debe generar interferencias de poder. Se recomienda evitar "ven

Vacunas

Beberme el Titicaca de un sorbo voltear la arena del Sahara encerrar a todos los tifones y brisSas regodearme sólo en rocío para atemperar estos fuegos y acallar suspiros. Prevenir picaduras bajo las cenizas del volcán de Islandia. Untar la crema de las palabras a mi piel lastimada. Ser bombera de la pasión para que todo se reduzca a un patético paso de semana santa. Desprender de la memoria la costra de tus manos.

Una luz en el universo

¿Las heridas cómo se curan? Sanan con literatura, miija. Entonces: manos, pies y cuerpo a MI obra. El tiempo sí que importa. Antonieta Villamil nos visitó al Entredós este invierno. Nos cantórecitó sus historias y sus sueños. Nos contó que las editoriales están en nuestras propias manos, ella misma había confeccionado los libros que nos trajo para compartir. Costaban 7 euros porque era un número que le trae suerte. Vive en Estados Unidos porque entiendo que Colombia es una constante pregunta: ¿Dónde están aquellos a quién tanto amé? La respuesta no siempre es dulce. Su cuerpo flaco y su voz poderosa, enraízada en lo profundo y terrible del centro de la tierra, nos devolvió la ilusión de inventarnos la materia, nos susurró en alarido que querer es poder, siempre habrá alguien que te caliente los oídos, te de la mano o te preste sus rodillas para apoyarte en el descanso del camino. Nelken Caminante dice: no soy única, somos muchos los que contenemos la luz del universo.