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Mostrando entradas de abril, 2011

El Orfeón de Malasaña regresa a las Fiestas de 1 de Mayo

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Como ya empieza a ser tradición, un año más Malela Durán recoge bajo su batuta a más de 100 cantores que cantarán en las Fiestas del 1 de mayo. Por decisión de Esperanza Aguirre no cantaremos el lunes 2 de mayo, sino que nos han trasladado en la programación para el sábado 30 de abril. El año pasado desde la Comunidad de Madrid se informó que no había dinero para organizar las fiestas de tan madrileño barrio y desde los coros del Patio-La dinamo y Coropez, ambas agrupaciones dirigidas por Malela Durán, Carmen Vela y Daniel Llul se decidió colaborar con la mesa de las primeras fiestas autogestionadas del barrio Maravillas. En la convocatoria anterior el ambiente fue festivo y sin embargo, detectamos que si bien no había dinero para organizar unas fiestas populares desde el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, sí que se encontró una gran partida para el apartado de seguridad, que rodearon la plaza de San Ildefonso para controlar a los niños que jugaban a la pelota, y al Orfeón de Mal

Ciento callando

Paloma terca no pica pan en la misma mano.

Chairs

Si hay algo que no me gusta de la casa de la abuela es que no tiene sillas. Cementerio de la Almudena http://youtu.be/N9segVURDw8

Presentación del libro Cielo Abierto de Montserrat Cano

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Durante el acto se realizará una lectura dramatizada a cargo de Enrique Gracia y Vera Moreno. Para leer bien la convocatoria haz click sobre la imagen.

El mar salado de la medusa nube

Late mi corazón medusa sobre tu mano de artista. Desnuda en casa, en tu casa miro el reloj. Saltaron las alarmas. Tus manos cuentan serpientes, sucesión enredada de colores. Mi corazón es sólo una cuenta de tus collares protectores. Del relax a la muerte sólo hay un toc toc, vuelvo al mar de mi soledad. Tirón de sábanas. No me dejas, me abrazas y nado de nuevo en el mar salado de la medusa nube.

Abril de la República

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Piernas de metralla en el porche de mi infancia. Boquetes de la guerra con algodón y las manos de mi madre. Abuelos y tíos lucían el hambre hablando del pan duro de la guerra. Batallas del Jarama, Brunete, la del Tajo a la altura de Aranjuez... Los años me borran las trincheras, los cosidos de la contienda, las despensas vacías y el estraperlo. Las huidas, los escondientes, los italianos que llegaron al pueblo, los primos que se marcharon a la Argentina. Cuando piensas que todo se acaba, que se pasó la página, el mundo se abre, se incendia, se inunda y vuelves a ver piernas con balas. ¿Cuál es el perfil del dolor humano? Estamos en una guerra que aquí nos sabe a rutina televisiva sin heridas cercanas. Vivimos la paz con misiles que avanzan en buques insignia, se van las bombas de la madre patria. En las ciudades se quedan los metros, las colas por el abono transporte, los corazones solos de un Madrid que vive el desencuentro entre sus habitantes. Y cuando despertaron el d

The end of Silicon Valley

Un ataque a la brecha digital tuvo lugar la noche en que Gadafi incendió los jardines de la ciudad, las llamaradas sobresalían hasta rozar las sombras más alejadas de los cedros. Sin embargo, la raíz del fuego brotaba de las losas de cemento inscritas en las aceras. Después nada fue igual; todos los cables y toda la fibra óptica de las ciudades se fueron consumiendo, las ascuas de silicio dejaron rescoldos de silencio por todo el planeta. Los bomberos vieron cómo las corrientes de lava urbana siguieron inquebrantables su paso destructor. Ninguna televisión del planeta ofreció imagen alguna. El gobernante escribió todo lo sucedido en un papiro, introdujo con cuidado su testimonio en una botella de Tequila Reposado y lo sumergió en el mar, junto a las manos minerales de coral. Éstos guardarían el silencio y las palabras mediáticas, nadie sabría cómo se desencadenó el fin de los valles de silicio hasta que aquella enigmática botella fuera rescatada entre los