Benthe en navidad

Fotografía de Minako Tasaki
http://www.flickr.com/photos/minako375/


Tengo dos ojos uno alegre y otro triste, daltónica en sentimientos, con la alegría de vivir y la tristeza de las corrientes que se lo llevan todo: todo, menos la nube negra de un cromosoma partido.


Juego en la bañera de agua caliente, espuma y vapor. Dibujo absorta xx, xy, trazos grandes y pequeños, borro su geografía precisa del vaho de la ventana, sumerjo mis pies grandes, mis manos hábiles bajo la espuma. Me falta el aire, Benthe de algodón y sueño. Desearía meterme en una lavadora, tú y yo y nacer de nuevo. Tengo un ojo triste y el otro alegre, daltónica en el amor, cocinera frustada en la creación. Busco el hilo que te recuerde el reloj, la frontera, la salida. Palpo la palabra, beso el bocado que te despierte del sueño de algodón, y que provoque a tu piel de mantequilla a estirar y encoger la sábana que te cobija.

Remuevo la espuma, recuerdo las velas del templo, la luz de la fe que me devolvió Buda. No encuentro las fuerzas para alcanzar la toalla, resbalan por mi piel apagada las mondas de naranja, piso con intensidad la canela en rama. ¿Me puedes alcanzar el movimiento, la lectura, el sonido para refregar a mi bebé con palabras, con música y vida viva? Quiero abandonar esta vida sueño, de algodón y nube. Mi dulce Benthe, cromosoma pálido que nos dormiste la vida.

Comentarios

  1. Por petición de algunos lectores aclaro en contexto de esta entrada:

    Benthe es mi sobrina del alma, holandesa. En el proceso de gestación se desprendió un cromosoma y ahora vive una situación delicada.

    Para mí esta entrada es mi primer tributo a su alma de algodón y llama.

    Nelken Rot

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