Bases para colaboraciones artísticas (Reflexiones Nelken)

Los colaboradores tendrán:

  • un nivel de calidad similar.
  • un punto de encuentro entre sus saberes diferenciados y complementarios.
  • una necesidad económica similar.
  • un grado de compromiso y responsabilidad con el trabajo parejo.
  • un querer querer colaborar en proporciones iguales y una disponibilidad parecida.
  • una voluntad de encontrar huecos para que la colaboración artística tenga lugar.
  • Admiración, respeto y generosidad hacia el otro/a.

Es importante que cada artista desarrolle de forma individual la autoconfianza y valore su propio trabajo.
La comunicación y la escucha al otro es el ladrillo fundamental para la construcción artística.

  • La colaboración será intensa y emocionante en los instantes en que ésta tenga lugar.
  • Insisto, vendrá precedida por un trabajo previo por parte de cada colaborador/a.
  • Las tareas previas de cada colaborador serán pactadas antes de cada encuentro.
  • El espacio de trabajo no debe generar interferencias de poder.
  • Se recomienda evitar "ven tú a mi casa" de manera reiterada.
  • El proyecto al principio, no será una apuesta de todo o nada. Tendrá que coexistir con otros que garanticen una entrada miníma de ingresos externos.
  • Cuando la creación resultante tenga una forma aceptable, se testará con el público.
  • La información recogida servirá como material para autoevaluar, reformular y facilitar el crecimiento del proyecto hasta alcanzar su máximo potencial.
La materia, la tierra es la amalgama , la levadura del hecho artístico.
En pocas palabras, la colaboración tendrá lugar cuando dos o más miradas se encuentren y vislumbren juntas el mismo horizonte.

Los egos estrechos y destructores se depositarán en el contenedor amarillo de envases inservibles. Es lo que se denomina vuelta cero, previa al empezar a andar.


Un impulso llamado apuesta cerrará el pacto.

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