14 de abril de 1931, día de la II República en España
Aún hoy se cuestiona la herida de España, muchos la quieren olvidar y otros amordazan, bajo una malentendida Justicia, la intención de reparar una deuda histórica oculta bajo un silencio de control social. Algunos la mantenemos viva como portadores de ese hilo rojo del que venimos.
Hoy 14 de abril de 2010 quiero compartir con tod@s un poema que escribí a borbotones hace años en Asturias en el silencio de una casa que era una aldea, reducto olvidado de la civilización, donde mis únicas compañeras eras las manzanas verdes de los árboles, la ropa tendida en la montaña, y las cortinas blancas de la casa que no paraban de volar queriendo salir de la tarde. La memoria es caprichosa y ante la falta de estímulos urbanos surgió mi A borbotones que cuenta parte de la historia de mi familia, un conflicto entre hermanos que tuvo lugar durante la guerra civil española.
Las heridas emocionales se pueden abrir para sanar con un objetivo: hacerlas pequeñas y cada vez más pequeñas, para que descansen y se liberen de las fuerzas que antes las contenían. La vida continua.
Soy pelirroja
que raparon a mi abuela.
El pelo de mi abuela Max,
de color plata y morado
siempre fue el mío
largo, sano y trenzado.
A todos mis muertos,
los republicanos,
y los otros.
Para todos
por todos y
por mí,
soy pelirroja.
Hoy 14 de abril de 2010 quiero compartir con tod@s un poema que escribí a borbotones hace años en Asturias en el silencio de una casa que era una aldea, reducto olvidado de la civilización, donde mis únicas compañeras eras las manzanas verdes de los árboles, la ropa tendida en la montaña, y las cortinas blancas de la casa que no paraban de volar queriendo salir de la tarde. La memoria es caprichosa y ante la falta de estímulos urbanos surgió mi A borbotones que cuenta parte de la historia de mi familia, un conflicto entre hermanos que tuvo lugar durante la guerra civil española.
Las heridas emocionales se pueden abrir para sanar con un objetivo: hacerlas pequeñas y cada vez más pequeñas, para que descansen y se liberen de las fuerzas que antes las contenían. La vida continua.
Soy pelirroja
que raparon a mi abuela.
El pelo de mi abuela Max,
de color plata y morado
siempre fue el mío
largo, sano y trenzado.
A todos mis muertos,
los republicanos,
y los otros.
Para todos
por todos y
por mí,
soy pelirroja.
A borbotones, una bocanada de ira que necesitó un tiempo y un espacio para estallar, que aún hoy me reafirmo en lo dicho. Sin embargo, he de confesar que esta España invertebrada sigue siendo engullida por el Saturno de Goya. El hermano delator me brindó la posibilidad de tener una infancia maravillosa en el campo. Contradicciones de la trenza ideológica y los afectos. Feliz día de la República viva.
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