A la sombra de un camión

De tanto buscar casa se refugió la gata a la sombra de un camión. No sabía si el camión se movería o no, pero descansaba por un rato. No quería saber nada de gatos, basuras, joyas o robos. Su casa era, por ese instante; reposo, sombra frente al calor, los tejados de zinc quedaban lejos.

Por un momento, era la señora de su propia casa, la estabilidad que ofrece la sombra de un camión, sin pertenencias pero con quietud.

There was a written note, fallen on the floor,
just over the lorry shadow.
The cat couldn´t read it, but it said:

No furniture, no past. Nothing but the moment, just here & now.

Dedicated to the last day of my beloved Pina Bausch

Comentarios

  1. Hola! Soy Clara Castillo. Tuve un gran problema con los comentarios. Primero te envié uno pero no sé si llegó porque a mí me indicó que no, que no sé que había ocurrido. Entonces lo volví a intentar, pero creo que salió con otro nombre en vez del mío, ya que un amigo usó esta computadora, y quedó su nombre registrado. Bueno, espero que la tercera sea la vencida ;-)
    Sólo quería felicitarte por tu blog e invitarte a visitar el mío claratoctoc.blogspot.com
    Disculpa por todo este enredo.
    Sonrisas para ti
    Clara

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  2. Darling encantada de echar un ojo a tu blog, ahora me voy a Barcelona unos días, a mi vuelta viajaré por la Blogosfera para conocerte. Me alegra que te haya gustado pasear por Urbangarten ;-D

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  3. El tejado de zinc caliente era lo que Paul Newman and his rich family ofrecían a la joven y bella Liz Taylor bajo el ardiente sol de la América sureña. Tennesse, I assume. But, at this point, la enorme casa era un gran trampa para la libertad. Encerraba a su única pertenencia: ella misma. Supongo que la desposesión suena a libre y la ocupación a cautividad. I am not still sure that we can survive in the wilderness without any sort of material coverage. Drunken clouchards find their end under the cold nights of winter nights in Paris. May be with the only company of frozen sadness.

    Port

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  4. Dear Port,

    La ocupación, las posesiones, las pertenencias son territorios que pertenecen a la variable espacio; de ahí el frío de las calles húmedas de París o las geografías húmedas de las paredes de una casa oscura.

    La gata atesora la variable tiempo, por un momento, y se pasea majestuosa en ese respiro. Es postmoderna y se inventa un territorio propio con lo que hay; la sombra de un camión, que dura lo que las circunstancias quieran: la posición del sol, la decisión del conductor...

    Se trata de una concesión autoliberadora que se otorga a sí mismo, por el mero hecho de sentir la sombra como propia. Sin pretensiones, just here and now. Sin apegos.

    Esta gata sí que sabe, y no los que se atan a las hipotecas, jeje.

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