Writing in a fridge

Entré en la nevera
buscando un poco de leche
y me quedé a vivir.


Hace frío entre las acelgas
y ese adentro que soy yo misma.
En la bandeja de arriba
se me queda seca la garganta.

Miro los huevos caducados
en lo alto de la puerta
no estoy segura
en este frigorífico siempre hace tanto frío.

Mis versos estalactita
congelan el latido y el horizonte,
¿cuál es el horizonte dentro
del cajón de las verduras?

Aquí no hay piedras
para medir el peso de la duda
y la fuerza inexacta de la gravedad
de un poema.

Tal vez haga frío,
aquí adentro
dentro de mis costillas,
junto a la fiambrera
del queso en lonchas sin lactosa.

El brócoli de mi coño
amarillea en marzo 
como una mimosa.

Y la duda
es luz
¿Quién abrirá la puerta?
Callad al motor nevera
que me dicta
ad infinitum
que habito en el país equivocado.



Marzo, 2015.


Imagen Antonio López. 1966. Nevera de hielo.

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