The end of Silicon Valley

Un ataque a la brecha digital tuvo lugar la noche en que Gadafi incendió los jardines de la ciudad, las llamaradas sobresalían hasta rozar las sombras más alejadas de los cedros.

Sin embargo, la raíz del fuego brotaba de las losas de cemento inscritas en las aceras. Después nada fue igual; todos los cables y toda la fibra óptica de las ciudades se fueron consumiendo, las ascuas de silicio dejaron rescoldos de silencio por todo el planeta. Los bomberos vieron cómo las corrientes de lava urbana siguieron inquebrantables su paso destructor. Ninguna televisión del planeta ofreció imagen alguna.


El gobernante escribió todo lo sucedido en un papiro, introdujo con cuidado su testimonio en una botella de Tequila Reposado y lo sumergió en el mar, junto a las manos minerales de coral. Éstos guardarían el silencio y las palabras mediáticas, nadie sabría cómo se desencadenó el fin de los valles de silicio hasta que aquella enigmática botella fuera rescatada entre los bancos de corales.

Este incendio sin precedentes, logró que el papel recobrara su función de acercar distancias y ser soporte para la transmisión de la información. Por fin, las cartas volverían a ser el puente de enlace de los afectos no encontrados. Se acabaron los switch-off de nuestras vidas cotidianas.

Comentarios

  1. Lo curioso, es que este texto lo escribí en septiembre de 2010. A veces flipo con las relecturas.

    Nelken Rot

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