Siempre tan especial, tan única, tan imposible de entender. En el fondo sé que a quién deseas es a mí, pero finjo no enterarme. Eres una chiquilla que juega a ser mujer fatal, y sin embargo, eres el criptograma que me ayuda a descifrar mis propias dudas, mis incertidumbres, mis placeres, mis ansias de amar amando. Me calmas y me desatas y en el vacío de tus ausencias no me encuentro ni conmigo mismo. En el viaje entre sábanas imposibles nos vamos a Egipto donde eres mi Cleopatra complaciente y castigadora, y yo soy Marco Antonio a ratos, otras veces el investigador con gafitas del laberinto de la rosa, que lee atento en tu piel los misterios milenarios del roce y el desencuentro. Fragmento del texto: Cerezas y un borracho. Colaboración con el artista plástico Angel Yagüe para su proyecto placeres. http://proyecto-placeres.blogspot.com/