Jugando con la madeja del tiempo
Es de noche y Penélope deshace los hilos del día semanas de urdimbres tejidas con impaciente espera. Las lanas van y vienen los brazos oscilan de un lado al otro mi hermano y yo mirándonos con ojos monótonos los brazos extendidos expuestos a los dictados de la madeja derecha izquierda izquierda derecha tum tum pared contra pared y al fondo, la chimenea. En un ir y venir nocturno de lanas la mano ágil de mi abuela para el juego del tentetieso el ovillo está hecho. Ya está niños, es suficiente por hoy. Penélope en cambio trajina sin descanso. Sus noches de telarañas consumen la vela de la esperanza su corazón es más intenso. Saltan chispas de los sarmientos encendidos miro por el hueco negro de la chimenea y en lo alto, el universo. Todos los deseos alumbran la noche. Creo en la magia. Salgo al jardín estrellado y oscuro. Escucho las voces nocturnas de Penélope: Déjame que te quite las telarañas amor Esas marañas de silencios y distancia que nos enredan Ven Quítame los velos de rencor y...